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Dado que leyó la pregunta en el marco de este artículo, probablemente sospeche que la respuesta no debería ser tan obvia. Pero si te hicieran esa oferta de la nada, ¿no te tentaría un millón de dólares más que un centavo, sin importar cuán mágico sea? Después de todo, incluso si se duplica al día siguiente, solo se convertirá en 2 centavos. Solo tienes que calcular lo que va a pasar después de esos 30 días… y es sorprendente: para entonces tendrás más de US$5 millones. Una cifra que te deja boquiabierto, e incrédulo, así que si eres como yo (si no, sáltate las siguientes 4 líneas), sacas lápiz, papel y calculadora y…

1 × 2 = 2 × 2 = 4 × 2 = 8 × 2 = 16 × 2 = 32 × 2 = 64 × 2 = 128 × 2 = 256 × 2 = 512 × 2 = 1,024 … eso es 10.

Continuamos: 1,024×2=2,048×2=4,096×2=8,192×2=16,384×2=32,768×2=65,536×2=131,072×2=262,144×2=524288×2=1,048,576 y faltan 10 más…

1,048,576×2=2,097,152×2=4,194,304×2=8,338,608×2=16,777,7216×2=33,554,432×2=67,108,864×2=134,217,728×2=268,435,456×2=536,870,91

Efectivamente, US¢536,870,912, o US$5,368,709 y 12¢ en 30 días!

No en vano, el concepto se describe a menudo como una bola de nieve que se desliza colina abajo aumentando en tamaño y aceleración. Como viste con el ejemplo de la moneda doblada, esta varita no requiere mucho más que aritmética elemental para adivinar cuál será el resultado de su magia. Lo que puede ser difícil de entender es el crecimiento exponencial o compuesto. Pero comprenderlo puede traer riquezas a los afortunados que pueden ahorrar e invertir, o ayudar a los no tan afortunados a evitar algún perjuicio. Y es que el milagro de la capitalización es un arma de doble filo. El concepto de interés compuesto es que el interés se vuelve a agregar al monto del capital y luego se gana interés sobre ese interés agregado durante el próximo período de capitalización. Entonces, por ejemplo, si inviertes $100 con una tasa de interés del 5%, al final del primer año tendrás $105.

Hasta aquí vamos como con el interés simple. La diferencia se notará en el segundo año, porque con el compuesto ganarás intereses No solo en la capital de EL DÓLAR AMERICANO $100 sino también sobre los 5 dólares de interés son del año anterior. Entonces, en lugar de recibir otros $5 nuevamente y tener un total de $110 recibirá US$5.25 y tendrá $110.25… y ya aprendimos la lección de cuánto importa lo que parece poco. Ahora bien, una de las claves de esta “maravilla” es el tiempo, no solo porque cuanto más paciente seas, más dinero acumularás, sino porque los momentos marcan grandes diferencias. Suena un poco poético, pero básicamente lo que los asesores se esfuerzan por resaltar es la importancia de comenzar a ahorrar temprano. Si comenzó a ahorrar a los 25 años y se jubila a los 65, cada $100 que ahorres a los 25 años valdrá más de $700 a los 65 años (basado en una tasa de interés anual del 5%). Pero si empezaste a ahorrar a los 45 y te jubilaste a los 65, cada $100 que ahorres a los 45 años valdrá $265 a los 65, eso no está mal, pero ¡qué diferencia!

Entonces, como se dice que dijo el erudito estadounidense Benjamin Franklin, cuyo rostro adorna esos billetes de $ 100 de los que tanto hemos hablado, “El dinero hace dinero. Y el dinero que hace dinero hace dinero”. Pero no lo olvides: ese mismo interés compuesto también multiplica el dinero que debes en tus tarjetas de crédito o en tus préstamos… por eso a veces parece que, por mucho que pagues, nunca sales del agujero.

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FINANZAS

Plan financiero: qué es y cómo hacerlo.

En este artículo te mostraremos qué es un Plan Financiero, cuáles son sus principales componentes y qué pasos debes dar para hacer un Plan de Finanzas para tu negocio, tanto si se trata de una empresa de reciente creación como si es una empresa ya consolidada.

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¿Qué es el plan financiero de una empresa?

Un Plan Financiero es un documento que permite diagnosticar la situación financiera de tu empresa, así como planificar la gestión de los recursos para lograr que sea viable. Es la base para poder desarrollar cualquier estrategia de negocio y una herramienta clave para la administración y dirección de empresas. Cualquier acción orientada a satisfacer las necesidades de un mercado deben contar con un plan de financiación que costee los recursos de marketing, herramientas de trabajo o inversión publicitaria. Por tanto, lanzarse a crear un negocio sin contar con un Plan Financiero presenta numerosos riesgos, ya que careces de un mapa económico que permita guiar tus decisiones empresariales. En el plan financiero quedan fijadas las fuentes de financiación, las deudas de la empresa, el nivel de rentabilidad o la procedencia de los ingresos y gastos.

¿Cómo crear un Plan Financiero?

Hemos mostrado en el epígrafe anterior los diferentes apartados que debe contener tu Plan de Finanzas. Pero tu Plan Financiero no se debe quedar en una mera exposición de los números, sino que debes definir unos objetivos y trazar un plan de acción que permita lograrlos. Por tanto, los pasos para crear un Plan Financiero son los siguientes:

  • Analizar la situación de la empresa: en caso de ser una empresa de nueva creación, analizar los instrumentos de financiación e inversión disponibles, y los primeros gastos de la empresa.
  • Definir los objetivos de negocio: todo plan financiero debe determinar primero a dónde quiere dirigirse la empresa. Cuáles son los beneficios que se aspiran a conseguir, cuánto tiempo pasará hasta que se consigan, qué recursos se van a utilizar para lograrlos.
  • Crear un Plan de Acción: hay que definir en qué se va a invertir el dinero para lograr los objetivos de la empresa, determinando los presupuestos que va a recibir cada Departamento, que serán los responsables de crear una estrategia alineada con las metas previamente definidas.
  • Análisis de las métricas: para poder valorar si se cumplen los objetivos, debes utilizar los ratios financieros anteriormente mencionados para controlar la salud financiera de la empresa  o valorar la viabilidad del proyecto y el cumplimiento de los objetivos financieros.

Beneficios de aplicar un Plan Financiero

¿Por qué es importante crear un Plan Económico-Financiero para tu negocio? Este documento te permite tener unas expectativas realistas de tu proyecto, de manera que puedas tomar las decisiones que ayuden a lograr tus objetivos. A través de un Plan Financiero, puedes marcar una hoja de ruta para la inversión de tus recursos o mejorar la toma de decisiones.

  • Puedes definir la inversión inicial que necesitas hacer para tu proyecto.
  • Te permite valorar las fuentes de financiación que vas a utilizar.
  • Puedes hacer una previsión del estado financiero futuro de tu negocio.
  • Es una guía para la toma de decisiones.
  • Te ayuda a minimizar los riesgos y concretar los costes de tu actividad, tanto a nivel operativo como en la gestión administrativa o en el marketing.
  • En definitiva, te aporta información que te ayudará a desarrollar las estrategias en los diferentes ámbitos para lograr los objetivos.
  • Permite además mostrar datos reales a los socios y posibles inversores, de manera que puedan tener una idea de la rentabilidad de la empresa.

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FINANZAS

Cómo iniciar la conversación sobre finanzas con su pareja.

Cuando se trata de dinero, la honestidad es clave para una relación saludable. Tener una conversación financiera con su pareja desde un comienzo puede ayudarle a evitar futuros conflictos sobre el dinero.

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A continuación, enumeramos cuatro pasos para comenzar:

1. Conversar sobre sus valores en cuanto a las finanzas. Las personas tienen diferentes actitudes con respecto al dinero que podrían derivarse de diferentes tipos de crianza, diferencias culturales y distintas metas personales. Conocer estas diferencias puede ser útil para tener un diálogo sincero sobre sus valores en lo que respecta al dinero y qué es lo que más les importa. Usted podría hacer preguntas como:

  • ¿Con el tiempo, desearías comprar una casa? ¿Qué tan pronto esperas alcanzar esa meta?
  • ¿Cuáles son tus metas en cuanto a la jubilación? ¿Deseas jubilarte en forma anticipada? ¿Cómo esperas vivir durante la jubilación?
  • ¿Deseas dar prioridad a gastar dinero en viajes y en otras experiencias?
  • ¿A qué organizaciones de caridad deseas donar dinero? ¿Cuánto?

2. Comprender la situación financiera de ambos. Reúna información como su puntuación de crédito, sus ganancias, sus ahorros y sus deudas, y pídale a su pareja que haga lo mismo. Siéntense juntos y compartan esta información. Sean abiertos y honestos (sin juzgar) sobre sus situaciones, cómo llegaron a ese punto y cuándo tiempo les llevará liquidar sus deudas y/o alcanzar sus metas de ahorro para ayudar a estar seguros de que son conscientes de cualquier problema que pudiera reaparecer en el futuro.

3. Decidir si unir sus cuentas es la mejor opción para ustedes. Pregúntense a sí mismos cuánto desean compartir y cuánta autonomía financiera esperan mantener, y convérsenlo como pareja. Podrían considerar combinar sus cuentas para que sea más fácil pagar las cuentas y los gastos del hogar, pero podrían considerar la posibilidad de conservar sus cuentas por separado si desean continuar en control de sus propias finanzas. Tengan en cuenta factores como, por ejemplo, cuántos gastos personales seguirán bajo su responsabilidad y qué tan alineadas se encuentran las rutinas de gastos diarios de ambos.

4. Planificar metas para el futuro. Conversen sobre sus metas para el futuro como pareja y lo que eso significa en términos financieros. Esto podría incluir preguntas como:

  • ¿Dónde queremos vivir dentro de cinco años? La respuesta podría afectar el área donde elijan vivir, si arriendan o compran una vivienda, el estilo de vida, y otros factores.
  • ¿Para qué compras importantes y eventos de la vida deberíamos empezar a ahorrar? Esto podría incluir un automóvil, el pago inicial de una casa, o comenzar a ahorrar para la jubilación.
  • Pregúntense a sí mismos cuánto desean compartir y cuánta autonomía financiera esperan mantener, y convérsenlo como pareja.
  • A medida que conversen sobre estas metas, tomen en cuenta responsabilidades actuales y futuras. Por ejemplo:
  • Si planeamos tener hijos, ¿para qué tendremos que ahorrar? ¿Esperamos mandarlos a una escuela privada? ¿Cuánto deberíamos ahorrar para la universidad?
  • ¿Tendremos que hacernos cargo de nuestros padres, hermanos u otros miembros de nuestra familia?

Sigan manteniendo este diálogo durante toda su relación y conversen en forma regular sobre su enfoque en cuanto a las finanzas para mantener la honestidad y asegurarse de que ambos estén enterados de cualquier cambio en su situación financiera.

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FINANZAS

La fórmula matemática que revela hasta qué punto el dinero nos da la felicidad.

Parece obvio que más dinero significa más felicidad. Sin embargo, una vez que se satisfacen las necesidades básicas, las cosas pueden tomar un giro sorprendente.

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Dejando fuera condiciones filosóficas o espirituales, es innegable que el dinero es “un medio para que la gente viva una vida decente”. Así empieza su estudio Jan-Emmanuel De Neve, un catedrático de Economía y Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Oxford. Sin embargo, cuanto más ricos somos es más difícil conseguir felicidad. Parece obvio que más dinero significa más felicidad. Sin embargo, una vez que se satisfacen las necesidades básicas, las cosas pueden tomar un giro sorprendente. Nuestra relación emocional con los ingresos, las deudas y las pérdidas es compleja y matizada. Por supuesto que no hay duda de que el dinero tiene un gran poder y puede influir en las decisiones y acciones de las personas, y de que es una forma efectiva de resolver problemas, especialmente en tiempos de crisis.

Es una fórmula logarítmica. Si una persona cobra al año 20.000 dólares y consigue duplicar sus ingresos, indudablemente será feliz. Pero, si ahora cobra 40.000, no tendrá la misma satisfacción si consigue otros 20.000 dólares más en la nómina, explica De Neve.

Para moverse en los mismos “parámetros de felicidad”, el afortunado individuo de nuestro ejemplo debería, por lo menos, duplicar ese sueldo: tendría que cobrar 80.000 dólares al año, luego 160.000… ¿Así hasta el infinito? Esta fórmula tiene un límite, según advierte De Neve. Y lo ha calculado: unas 120.000 libras inglesas (más de 135.000 dólares). A partir de ahí, se llega a “una meseta”: “Ya no se detectará una relación estadísticamente significativa entre más dinero y más satisfacción de vida”. Solo ahí sería cierto el refrán del dinero no da la felicidad.

Pero hay más factores: no es lo mismo ganar que perder. También De Neve ha calculado la felicidad no solo cuando se gana dinero, sino también cuando lo perdemos. De hecho, somos infelices en mayor medida cuando nos vamos arruinando que la felicidad que nos aporta irnos enriqueciéndonos. Cuando ganamos más dinero se cumple la denominada fórmula de rendimientos emocionales decrecientes (necesitamos ir acaparando cada vez sumas más grandes). Sin embargo, ocurre lo contrario cuando lo perdemos: es lo que denominan “la aversión a las pérdidas”. Según De Neve, “el bienestar es dos veces más sensible a la pérdida de ingresos o de poder adquisitivo comparado a una ganancia equivalente”.

Pero volvemos a centrarnos en “el pobre multimillonario” al que cada vez le cuesta más moverse en los mismos niveles de felicidad. ¿Debería contentarse con no perder dinero? Hay otros estudios que demuestran que, cuando ya tienes tus necesidades básicas cubiertas, puedes aumentar tu bienestar con otros factores. Mark Williamson, director de la organización Action for Happines (Acción por la felicidad), enumera como “potenciadores de felicidad” cultivar buenas relaciones en la comunidad, ser parte de algo “más grande que nosotros mismos”, tener resiliencia ante los imprevistos desafiantes de la vida y ser una persona autónoma (con pleno control sobre las opciones de vida).

Si partimos de una sociedad más igualitaria en lo económico, podremos calcular el nivel de bienestar de la población, asegura De Neve. Así, se puede hacer un ranking de las naciones más felices: en cabeza encontraríamos a los países nórdicos. Allí, según estos autores, los denominados estados del bienestar brindan “una especie de seguridad psicológica”, ya que se tiene plena confianza en las políticas sociales de los gobiernos.

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