Norma Thornton, de 78 años, fue arrestada por la policía de Bullhead City en Arizona, luego de ver qué ella estaba repartiendo comida a las personas sin hogar; según las autoridades, ella violó las reglas establecidas al hacerlo en un parque público de la ciudad. Aun así, ella afirmó que no retrocederá. «No me importa lo que digan. Ellos están equivocados y yo tengo razón», dijo. “Cuando el día estaba terminando y todos se habían ido bastante bien, el último caballero se acercó, serví su comida y justo cuando se alejaba, un par de policías llegaron y me preguntaron qué estaba haciendo”, dijo Thornton a Faithwire.

Luego, la policía la arrestaron y la colocaron en la parte trasera de una patrulla, todo quedó captado en vídeo. El delito menor se retiró más tarde pero  a Thornton le dijeron que enfrentaría una pena de cárcel si la declaraban culpable de dar comida en el parque en un futuro, algo que la dejó sin palabras. Sin embargo, la motivación de Thornton es Jesucristo, a quien le da el crédito en todo. «La motivación número uno es mi Salvador, Jesucristo. En su Padre, se nos dice repetidamente: el primer y más importante mandamiento es el amor: ama a tu prójimo, ama a tu prójimo. Él nos dice varias veces: ‘Lo que hacéis con el más pequeño de mi pueblo, me lo hacéis a mí’», dijo. La decisión es motivo de profunda preocupación para los críticos, dado que es inconstitucional, según Diana Simpson, la abogada de la abuela Thornton. “Queremos que Norma vuelva a donde estaba antes de que todo esto comenzara, servir a la gente en el parque es realmente el mejor lugar que ha encontrado”, dijo la abogada.

Pero, el que no le permitan entrar a ese parque no le ha detenido a ella de seguir ayudando, pues sigue repartiendo comida a unas cuadras de distancia en un lote privado.

Para los funcionarios, la decisión contra la abuela es para preservar y garantizar la limpieza del lugar además de la seguridad de los que están siendo alimentados.

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Esta adoración es conocida en muchos países del mundo al ser interpretada durante la pandemia para inspirar y sembrar esperanza a miles de personas basado en lo que dice la Biblia en Números 6:24-26. Israel decidió hacerlo especial y junto al cantante Joshua Aaron lograron que el pueblo cantara la canción acompañados de un conjunto de arpistas, además de interpretar la letra en otros idiomas.

Los ministerios «Los Arpistas del Rey» y «Casa de Oración de todas las Naciones de Jerusalén» fueron los encargados de promover el evento, en el Monte de los Olivos, cercano al Monte del Templo.“Nos sentimos honrados de tener la oportunidad de enseñar, alentar y construir comunidades para adorar al Rey con música de arpa. ¡Y esto es en Israel y en todas las naciones! Y ahora, estamos emocionados de lanzar el sonido celestial de todas las naciones uniéndose y ministrando al Rey con arpas”, dijo el ministerio.

144 arpistas pueden verse en el vídeo de YouTube del ministerio, el cual ya superó las 200 mil visitas.

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“El tubo de vacío succiona al bebé, pero parece que mi cabeza era más grande de lo que esperaba el abortista”, explicó Jennifer Milbourn, la sobreviviente, quien detalló que su embarazo avanzó como milagro hasta que nació y fue dada en adopción a su hermana para que la criara.

Ella creció sin saber todo lo que había pasado, pero sintiendo que le escondían la verdad hasta los 19 años, cuando su tía le confesó que había sobrevivido a un aborto por parte de su madre biológica, por lo que rompió a llorar. En ese momento, su tía no sabía cómo reaccionar ante la situación por lo que simplemente le dijo: “Gracias por estar viva, está bien. Para de llorar”.

 “Así que me sequé las lágrimas, construí un muro y lo escondí durante mucho tiempo”, agregó ella, hasta que 6 años después pudo hablar con alguien por primera vez sobre lo que había vivido, y fue su esposo. Para 2014, dentro de un grupo de oración su pastor contó que era adoptado y en seguida tuvo el valor suficiente para contar su propio testimonio, “Lloré mucho, pero mi pastor vino y me abrazó y ese grupo de mujeres en ese salón me apoyó y me amó”, dijo, por lo que fue llamada a contar su historia con mujeres embarazadas.

En la actualidad, ella es parte de la organización Abortion Survivors Networks (ASN), está casada y tiene tres hijos además de estudiar psicología, y no hace más que agradecer a Dios por haberla salvado.

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