Connect with us

Publicado hace

el

Estas preguntas, bajo la óptica de los especialistas, tienen una respuesta en común: la salud mental. Es que el lenguaje y los sonidos, vistos como estímulos externos, generan repercusiones a nivel cerebral que vale la pena repasar. La inmensa variedad de sonidos que podemos escuchar no solo influye en nuestros movimientos, sino que también en cómo nos sentimos emocionalmente y en cómo nos relacionamos con nuestro entorno. Así lo aseguró un especialista de la Universidad de Liverpool en esta área, quien explicó sus efectos a nivel cerebral.

El impacto que la música ha tenido en el desarrollo del ser humano es incalculable. Ya sea a través de los cantos  de antiguos rituales ancestrales, clásicos del rock & roll, orquesta sinfónicas o los últimos lanzamientos del pop más comercial: desde que nuestros antepasados empezaron a caminar, el ritmo de sus pasos ha guiado la manera en que se crean composiciones  y la forma en que se perciben desde la emocionalidad. “Leer mejora la capacidad cognitiva -siguió Alderete-, reduce el estrés, aumenta la empatía, mejora la creatividad y ayuda a tener confianza; mientras que la música permite conectar con las emociones, disminuir la ansiedad, mejorar el estado de ánimo, fomentar conexiones con otras personas y fortalecer la memoria y el aprendizaje”.

En tanto, la musicoterapeuta Gisell Martínez (MN 798) aportó un enfoque que va de la mano con la salud mental: la longevidad, toda vez que resulta fundamental mantener la actividad cerebral con el paso de los años. “La música estimula los dos hemisferios cerebrales -el izquierdo y el derecho- en simultaneo, lo cual permite que el flujo de información entre ellos sea mayor y sean estimuladas todas las áreas del cerebro. Además, mejora la calidad de vida y el bienestar subjetivo de los adultos mayores, porque estimula la memoria y la atención”, dijo la experta. En ese marco, recientemente, un estudio científico realizado por expertos del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en Houston, Estados Unidos, describió qué sucede en el cerebro cuando una persona lee. “Leer una oración implica integrar los significados de palabras individuales para inferir significados más complejos y de orden superior. Se sabe que este comportamiento humano, altamente rápido y complejo, involucra en el cerebro a la circunvolución frontal inferior (IFG) y a la circunvolución temporal media (MTG), en el hemisferio dominante del lenguaje. Estos dos mecanismos neuronales nos permiten leer con fluidez”, plantearon en el trabajo, que fue publicado  en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS, por sus siglas en inglés).

Oscar Woolnough, uno de los autores del trabajo, indicó: “Este estudio nos ayuda a comprender mejor cómo los centros distribuidos en la red de lenguaje del cerebro funcionan juntos e interactúan para permitirnos comprender oraciones complejas. El cerebro está notablemente interconectado, y para que entendamos el lenguaje se requiere una secuencia precisa de procesos rápidos y dinámicos que ocurran en múltiples sitios”. Estas conclusiones fueron posibles luego de realizar grabaciones de los cerebros de pacientes por medio de electrodos que fueron colocados quirúrgicamente. De este modo, los expertos lograron analizar la actividad neuronal mientras las personas leían.

El rol de la música en la salud mental

Más allá de los aspectos relacionales entre individuos, el académico de Liverpool recalcó que la música tiene un efecto positivo en la salud mental, ya que ayuda a combatir la sensación de soledad y disminuye el estrés al reducir el cortisol, para así “producir placer y felicidad al inundar el cerebro de neurotransmisores como la dopamina”. En sus palabras, escucharla “es una forma excelente de etiquetar los recuerdos, de recordar el pasado, de expresar las emociones más profundas y la identidad, algo que no se puede captar con el lenguaje, porque la música es demasiado precisa”. Si bien esta influye en nuestros movimientos corporales (consciente o inconscientemente), Spitzer fue enfático al decir que “las emociones también son contagiosas”. “Cuando oigo una canción triste, mi cuerpo y mis neuronas espejo se compadecen instintivamente, se mimetizan, se reflejan. La tristeza del tema no es solo acústica, codifica el comportamiento que asociamos con la tristeza, que es el duelo”, ejemplificó.

Todos los derechos reservados. Cualquier forma no autorizada de distribución, copia, duplicación, reproducción, o venta (total o parcial) del contenido de esta web, tanto para uso personal como comercial, constituirá una infracción de los derechos de copyright.Derechos reservados por Buenas Nuevas Network.

Continuar leyendo
Click para Comentar

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Salud y Vida

Cómo cocinar garbanzos: lo que debes saber para preparar la legumbre de forma saludable y aprovechar al máximo sus nutrientes

Los garbanzos son una de las legumbres más consumidas a nivel mundial y constituyen una buena fuente de proteínas vegetales, fibra y también, de vitaminas y minerales que nuestro cuerpo necesita.

Publicado hace

el

Por eso, te mostramos la mejor forma de cocinar garbanzos para aprovechar al máximo sus nutrientes y disfrutar de todos los beneficios que esta leguminosa puede ofrecer.

Remojo previo a la cocción: un paso esencial

Previo a la cocción de los garbanzos propiamente dicha, es fundamental colocar  los mismos en remojo, ya que durante este proceso se reduce  considerablemente la cantidad de antinutrientes que la legumbre posee. Así, el contenido de oxalatos, saponinas y fitatos que pueden tener los garbanzos y que reducen la absorción de calcio y de hierro de origen vegetal, se disminuye considerablemente, ayudando a que los minerales propios de los garbanzos se aprovechan mejor por nuestro cuerpo. Por otro lado, se incrementa con el remojo previo a la cocción, la digestibilidad de de la legumbre y se mejora la tolerancia en nuestro cuerpo.

Cocción justa, sin excesos y en moderada o escasa agua

Por otro lado, una vez remojado el alimento durante al menos seis u ocho horas,  retiramos el líquido del remojo y lo desechamos para posteriormente  cocinar los garbanzos en agua a punto de ebullición durante el tiempo justo. Durante la cocción se pueden perder minerales valiosos de los garbanzos como el potasio, el magnesio, el fósforo o el calcio;  por lo tanto recomendamos que este proceso sea lo más corto posible y con la menor cantidad de agua. También, una excelente alternativa para cocinar garbanzos es colocarlos en crudo  en un potaje, un estofado o una sopa;  y posteriormente aprovechar el líquido de la cocción. Es decir, colocarlos en crudo en la preparación de la cual no los vamos a retirar o colar antes de consumirlos.

También aconsejamos no freír los garbanzos para no sumar calorías y grasas  innecesarias a los mismos y en su reemplazo, podemos cocinarlos al horno para elaborar por ejemplo un aperitivo o bien, utilizar la freidora de aire. Esta es la mejor forma de cocinar los garbanzos para aprovechar al máximo sus buenos nutrientes, limitando la presencia de sustancias con acción antinutriente y también, moderando la cocción para evitar la pérdida de minerales, vitaminas y fibra en exceso.

Todos los derechos reservados. Cualquier forma no autorizada de distribución, copia, duplicación, reproducción, o venta (total o parcial) del contenido de esta web, tanto para uso personal como comercial, constituirá una infracción de los derechos de copyright.Derechos reservados por Buenas Nuevas Network.

Continuar leyendo

Salud y Vida

Los ritmos circadianos, la salud mental y el equilibrio emocional

Los ritmos biológicos existen en toda la naturaleza, todos los organismos vivos tienen un reloj interno, o mejor dicho un marcador de ritmo, que es una condición inherente a la existencia.

Publicado hace

el

Esa correlación entre los diferentes tiempos internos de cada organismo y los externos, como son los estacionales, es evidente desde hace siglos en las diferentes culturas, hasta el punto que la mayoría, en cuanto a sus mitos y religiones, estaban construidas alrededor del tiempo como un patrón no longitudinal ni secuencial, sino cíclico. En 1729, el astrónomo francés Jean Jacques d’Ortous de Mairan colocó un árbol en la oscuridad y vio cómo, a pesar de la ausencia de luz, las hojas se abrían y cerraban como si estuvieran al aire libre y sugirió en ese momento que debía existir un mecanismo interno en los organismos que regulara estas acciones. Siglos más tarde, en 2017, Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash, y Michael W. Young ganaron el premio Nobel al demostrar, en la mosca de la fruta, un organismo habitualmente usado en investigación neurobiológica, que generaba proteínas que luego serían destruidas en función de patrones horarios.

Lejos de una mosca, cuando hacemos un viaje prolongado y padecemos el famoso jet-lag, o simplemente tenemos una variación importante en los ciclos de sueño-vigilia y las alteraciones que sufrimos, podemos comprobar este mecanismo sin necesidad de profundas investigaciones. El tiempo interno y su correlación con el externo lo hemos abordado cuando hablamos de ansiedad y tiempo, donde vimos cómo la imposibilidad de estar “en ritmo” nos puede provocar un estado tanto de ansiedad como de depresión o, a la inversa, de procrastinación. Estos ritmos internos que encontramos desde los organismos muy básicos como las formas más simples de hongos, hasta en el ser humano, se conocen como ritmos circadianos, cuando se considera el lapso de tiempo de 24 horas.

Qué son los ritmos circadianos

Los ritmos circadianos son ciclos internos que regulan diversas funciones biológicas en organismos vivos, incluido el ser humano. Estos ritmos influyen en todos los aspectos de nuestra vida, desde el sueño y la vigilia hasta el metabolismo y la función cognitiva. Al mismo tiempo y consecuentemente desempeñan un papel crucial en la salud mental y el equilibrio emocional. El control de estos ritmos o al menos el grupo neuronal que administra esto es nuestro reloj interno (quizás en música diríamos mejor un metrónomo), conocido como “reloj biológico”.

Ese reloj interno es un conjunto de aproximadamente de 20.000 neuronas que se encuentran en una región del hipotálamo llamada núcleo supraquiasmático (NSQ). Por sus funciones está ligado a las vías del nervio óptico y al hipotálamo, por sus roles hormonales. Es así que la sensibilidad a la luz solar, de la cual tanto hemos hablado durante la pandemia respecto a la vitamina D, tiene un papel fundamental en todo nuestro funcionamiento, del mismo modo que son claras las alteraciones relativas a la nocturnidad, al exceso de luz artificial etc. De la misma manera, nuestro organismo reacciona a la señal dada por la luz al amanecer y la disminución al anochecer, es decir los ritmos de vigilia y sueño.

Todos los derechos reservados. Cualquier forma no autorizada de distribución, copia, duplicación, reproducción, o venta (total o parcial) del contenido de esta web, tanto para uso personal como comercial, constituirá una infracción de los derechos de copyright.Derechos reservados por Buenas Nuevas Network.

Continuar leyendo

Salud y Vida

Quemadura solar grave: cómo tratarla

Una quemadura solar es la reacción de las células cutáneas al daño producido por la radiación ultravioleta del sol. En una quemadura solar de primer grado, se lesiona la capa superior de la piel, llamada epidermis, lo que provoca enrojecimiento, dolor e hinchazón.

Publicado hace

el

Las quemaduras solares de segundo grado son más graves porque también se daña la siguiente capa de la piel, la dermis. Cuando esto ocurre, se forman ampollas porque la epidermis y la dermis se separan y el líquido inflamatorio entra a raudales, lo que ocasiona que se formen burbujas en la piel. En las pieles más oscuras, las quemaduras solares son más difíciles de notar al principio porque el enrojecimiento es menos evidente. “Las personas de color también pueden sufrir quemaduras solares, solo que la exposición al sol debe ser mucho mayor”, afirmó Adewole Adamson, dermatólogo y profesor adjunto de medicina interna en la Facultad de Medicina Dell de la Universidad de Texas en Austin.

Las quemaduras solares también dañan el ADN de las células cutáneas, lo que, con el tiempo, puede provocar cáncer de piel. Una quemadura solar con ampollas durante la infancia o cinco o más quemaduras solares a cualquier edad duplican el riesgo de padecer melanoma,  según Jesse Lewin, profesor adjunto de dermatología de la Facultad de Medicina Icahn de Monte Sinaí y portavoz de la Fundación contra el Cáncer de Piel. Desafortunadamente no se puede hacer nada contra los daños a largo plazo que provoca una quemadura solar en el ADN, pero existen remedios para calmar la piel a corto plazo.

Mantén la piel hidratada (y tu cuerpo también). Es importante beber mucha agua cuando tienes una quemadura solar porque “el aumento del flujo sanguíneo hacia la piel” hace que se pierdan líquidos, señaló Jennifer Holman, dermatóloga de U. S. Dermatology Partners en Texas y portavoz de la Academia Estadounidense de Dermatología.

Ten cuidado con la descamación de la piel y las ampollas. Si te salen ampollas, asegúrate de limpiar la zona con agua y jabón. Si las ampollas te causan muchas molestias, Adamson afirma que está bien drenar el líquido con una aguja esterilizada, pero no arranques la ampolla. La piel es la primera línea de defensa contra las bacterias y otros patógenos, y exponer el tejido subyacente te deja vulnerable a las infecciones.

No empeores la situación y no te preocupes demasiado. La inmensa mayoría de las quemaduras solares no son muy peligrosas. Las únicas ocasiones en las que necesitarás ir al médico son si tienes fiebre (porque podría indicar un golpe de calor) o si un niño pequeño sufre una quemadura solar grave (porque corren un riesgo mayor de deshidratación). Mientras la piel se cura, lo que suele tardar una semana, la prevención de nuevas quemaduras debe ser una prioridad. Eso no significa que una quemadura solar tenga que arruinar tus vacaciones; solo ten mucho cuidado cuando vuelvas a estar al aire libre.

Por último, no te preocupes demasiado. Una quemadura solar aumenta el riesgo de cáncer de piel, “pero no te predestina”, concluyó Adamson. El miedo a las quemaduras solares no debe “impedir que las personas practiquen actividades saludables, como estar al aire libre”.

Todos los derechos reservados. Cualquier forma no autorizada de distribución, copia, duplicación, reproducción, o venta (total o parcial) del contenido de esta web, tanto para uso personal como comercial, constituirá una infracción de los derechos de copyright.Derechos reservados por Buenas Nuevas Network.

Continuar leyendo

Más Vistos

Copyright © 2024 105.5 Memphis - El Hogar de la Fe y la Esperanza