En la psicoterapia existe una rama llamada terapia psicocorporal y otra denominada musicoterapia. Ambas tienen como meta la búsqueda del equilibrio emocional a través de los ritmos, el baile, la respiración, el cuerpo y el movimiento. Y es que a veces, las vicisitudes de la vida nos llevan a reprimir muchas emociones que se quedan alojadas en el organismo y cuando están atrapadas sin salida, pueden provocar algunas enfermedades. Sin embargo, el baile dirigido hacia la meta curativa, puede resultar sanador porque nos ayuda a quitar toda la carga emocional que encontrará una fuga sana a través del movimiento y la espontaneidad.
 
Mejora a gran escala tu estado de ánimo. El baile es considerado por muchos especialistas de la salud mental como una de las mejores herramientas para combatir la depresión y la ansiedad.
 
Mejora tu capacidad de atención y memoria. La danza promueve el crecimiento y la plasticidad de las neuronas, de ahí que sea tan favorecedor para los procesos de memoria, aprendizaje y concentración.
 
Te ayuda a cuidar tu figura. Está comprobado que los bailes con ritmos intensos tienen los mismos beneficios para tu organismo como trotar o nadar, por lo que la quema de calorías es una resta importante para la grasita acumulada en tu cuerpo. Practicar baile al menos por una hora ejercita notoriamente tu cuerpo e incluso, puedes quemar hasta 500 calorías.
 
Bailar modifica tu postura, te da equilibrio mental y emocional. La postura de nuestro cuerpo no solo representa el alineamiento correcto de la columna vertebral, sino que habla de cómo nos sentimos ante los retos de la vida.
 
Al bailar tu cuerpo tendrá más energía y resistencia. Esto es porque al moverte rítmicamente y con la postura adecuada, la fuerza de gravedad se distribuye correctamente y de forma balanceada en cada parte de tu cuerpo.
 
Cuando bailas, fortaleces tu sistema cardiovascular. La danza es una forma de ejercitarse y tiene un elemento diferenciador a los demás deportes ya que es libre y espontánea. Se basa en el ritmo y te da la sensación de ser tú misma.

Las extensas jornadas de trabajo frente a la computadora son responsables de cambios en la postura corporal, que a la larga pueden causar molestias y lesiones graves.

Una buena postura corporal es clave para mantener el equilibrio y prevenir lesiones, esta puede verse afectada por malos hábitos, o músculos poco flexibles o débiles, para corregirla se pueden realizar distintos ejercicios, como lateralización o inclinación, inclinación y leve rotación o movilización.
 
Postura correcta frente a la computadora (nivel ergonómico) se conoce como ergonomía a la ciencia que se encarga de diseñar los lugares, herramientas y tareas de trabajo para que coincidan con las características anatómicas, fisiológicas, psicológicas y las capacidades de las personas involucradas.
Recuerda, es importante tomar descansos regulares cuando trabajas frente a la computadora para no sobreexigir al cuerpo en una misma posición. Estos recreos también servirán para que realices los siguientes ejercicios:

Cuello y cabeza (lateralización o inclinación) para este ejercicio debes estar sentado con los pies bien apoyados, inclina y haz una leve rotación de cabeza, los ojos deben mirar hacia el hombro hacia el que rotes (puedes ayudarte con la mano en la cabeza) Luego, de manera lenta para no marearte, vuelve al centro y repite el movimiento, pero hacia el otro lado. Intenta hacer tres repeticiones de entre 20 y 30 segundos.

Columna dorsal y lumbar para este ejercicio debes estar sentado con los pies bien apoyados, cruza el brazo por delante del pecho y haz una rotación hacia un lado y luego el otro. Recuerda, la cadera no se mueve, solo rota la columna.

Movilización,  para este ejercicio coloca las manos sobre las rodillas, saca y esconde pecho de forma similar a la famosa posición del gato bueno y enojado. Recuerda, solo debe moverse la columna.

La pérdida de peso suele ser un objetivo bastante habitual en cualquier tipo de población. Tanto las personas sedentarias, como las que han comenzado a ser físicamente activas y las que llevan mucho tiempo haciendo actividad física suelen poner en marcha estrategias, más o menos eficaces para adelgazar.

Lo primero que debemos aclarar es la diferencia entre perder peso y perder grasa corporal. Bajar de peso, como su nombre lo indica, baja los números en la báscula. Es decir, si pesamos 80 kg pasamos de esta cifra a, por ejemplo, 75 kg. Dentro de los 5 kg encontramos que perdíamos agua, glucógeno,  grasa corporal y masa muscular.

Los carbohidratos, probablemente, son el macronutriente más temido de los tres (proteínas, grasas y carbohidratos). Los carbohidratos de la dieta mejoran el rendimiento en los deportes de resistencia y de fuerza, ya que son el sustrato de energía muscular preferido en intensidades moderadas a altas.

Sabiendo la importancia que tienen los carbohidratos a la hora de perder grasa corporal, sin duda, el mejor carbohidrato para la pérdida es la patata. ¿Por qué?
La patata es un tubérculo que únicamente tiene solamente 88 calorías por cada 100 gramos de producto. Es muy densa a nivel de nutrientes. Son una fuente rica de Vitamina C, B6, potasio, fósforo, magnesio, niacina, ácido fólico y almidón, además tiene una gran cantidad de fibras lo que hace que el vaciado gástrico sea más lento y, por tanto, la saciedad se prolongue en el tiempo.

Finalmente, es un alimento muy versátil y que se puede cocinar de muchas maneras, aunque se recomienda siempre combinarlo con alimentos vegetales como verduras, legumbres, etc., que son alimentos muy saludables, que tienen pocas calorías y nos aportan muchísimos nutrientes.