La practica común de ejercicios, en todas las edades aporta beneficios para la salud, no solo física sino también emocional. El deporte es una puerta abierta al establecimiento de habilidades orales y de expresión, necesarias para las interrelaciones sociales y el desarrollo
Psicosocial de las seres humanos.
En las edades infantiles, el deporte y el juego van de la mano, cuando incluimos a los niños en estas actividades, no solo encuentran diversión, también adquieren hábitos como seguir instrucciones, trabajar en equipo por un objetivo común, y a desarrollar la empatía.
Recomendaciones:
1. No los fuerce a practicar deportes, es importante que puedan elegir el deporte o actividad con la que se identifiquen, según sus motivaciones o habilidades propias. Son nuestros niños quienes deben hacer la elección, no otro miembro de la familia.
2. Aliénteles a mantener la consistencia, sus horarios y planes de entrenamiento, así crean responsabilidad y les ayudará a encontrar un equilibrio que les permita relajarse, mejorar el estado de animo y el equilibrio emocional. EL deporte favorece la producción de endorfinas que también es conocidas como los “neuroquímicos de la felicidad”.
3. Instrúyales en las medidas de protección, la disciplina, el respeto y el cuidado por los demás; sólo compartiendo estos valores favoreceremos un ambiente sano y de crecimiento personal.