Los síntomas de depresión en jóvenes de todo el mundo se duplicaron durante la pandemia de Covid-19, en comparación con los niveles pre pandémicos; según datos de la revista médica JAMA Pediatrics, uno de cada 4 adolescentes experimenta actualmente síntomas de depresión clínicamente elevados.
La depresión es un trastorno que se debe a una alteración en los neurotransmisores que regulan el estado de ánimo y, según la Asociación Estadounidense de Psicología (APA, por sus siglas en inglés), es una condición que va más allá de la tristeza, pue no solo implica síntomas emocionales, sino también físicos, como variaciones en el apetito o alteraciones en el patrón del sueño, y síntomas cognitivos, como afectaciones en la memoria, atención, concentración y en el pensamiento.
“Todo tipo de depresión es tratable”.
Los especialista recomiendan dar el primer paso, buscar ayuda especializada, hacerle saber los síntomas, y compartir las formas de tratamiento que no siempre son, o se limitan, a medicamentos, porque no existe un tratamiento único que pueda aplicarse a todas las personas. El abordaje farmacológico, la psicoterapia, la terapia cognitivo conductual y técnicas como la confrontación, reflexión y el cuestionamiento, ayudan al manejo de cierto tipo de conductas depresivas.
“Podemos salir adelante, la depresión puede curarse, pero tiene que tener vigilancia y hacer que el paciente se sensibilice, reconozca, y pueda alejarse de los síntomas que presentó. No es una ley, pero haber tenido depresión es un factor de riesgo para que se vuelva a tener un episodio depresivo en el futuro, por eso importante el cuidado y la actitud del paciente”, reafirma la Dra. Alejandra Solís Flores, especialista en Psiquiatría con alta especialidad en trastornos del sueño.
