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¿Cómo expresar lo que te molesta de tu pareja sin lastimar sus sentimientos?

Si convives con tu pareja es prácticamente imposible que no haya momentos de tensión. ¿Tu pareja hace cosas que te molestan? No me sorprende y seguro que te gustaría saber cómo hablarlo sin herirlo.

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Y es que realmente hay cosas que cuesta mucho decir porque el miedo a hablar de lo que te molesta sin herir a tu pareja existe. Construir una buena comunicación requiere de tiempo, esfuerzo y dedicación. No obstante, está al alcance de todo aquel que se decida a trabajar sobre sí mismo y sobre cómo se relaciona con los demás. Así que te voy a dar unos trucos para que puedas hablar de los temas más difíciles con tu pareja para que tengas más probabilidades de éxito.

Relájate, controla tu enojo. Si hay algo que quieres discutir, respira, acomoda tus ideas y entonces sí, inicia o continúa el diálogo con tu pareja, así no dirás algo de lo que puedas arrepentirte. Pensar con la cabeza fría te ayudará a crear mejores soluciones. Recuerda cuidar tu tono de voz y gestos durante la plática para no enviar el mensaje equivocado.

Busca el mejor momento para hablar. Asegúrate de que tienen tiempo suficiente para hablar y llegar a algún acuerdo. No lo hagas antes de dormir o irte a trabajar. Esta plática debe ser cara a cara, nada de redes sociales porque darás pie a malas interpretaciones. Cuida también que sea en un momento donde tu pareja esté receptiva y relajada.

No trates varios temas a la vez. Es probable que tengas muchos pendientes guardados, pero no aproveches estos momentos para tratarlos todo, será una plática larga, cansada y se perderá el objetivo. Empieza por los temas más importantes.

Pregunta en lugar de acusar. Claro que hay cosas que pueden molestar, pero ¿has pensado que tu pareja lo hizo sin la intención de lastimarte? Antes de reclamar pregúntale por qué hizo las cosas, quizá así verá su equivocación y buscará una solución.

Aclara todo. Si hay cosas que no entiendes, pregunta todo lo que sea necesario, no te quedes con dudas, permite que tu pareja te explique para tener todas las cartas sobre la mesa.

Habla de lo que tu pareja hace y no de lo que es. Es muy diferente decir “quería que tendieras la cama” a “otra vez no tendiste la cama, eres un flojo” o “¿para qué le cuentas a tu mamá?” en lugar de “ya estás en el teléfono otra vez quejándote con tu madre, eres una insoportable”. No olvides que estás hablando con tu pareja sin lastimarle, esos adjetivos no ayudarán.

Escucha sus razones. Podrás tener mucho que decir, pero ¿y tu pareja? Permite que explique sus motivos, escúchale con todos los sentidos y ponte en su lugar. Una vez conocimos a una chica que se quejaba de que su esposo no le ayudaba en casa, cuando por fin le confrontó, su esposo le dijo que no le ayudaba porque cuando lo hizo ella se quejaba de que lo hacía mal ¡tantos problemas que se hubieran ahorrado! Recuerda que todas las historias tienen dos partes, sin alguna de ellas jamás estará completa.

Evita los reproches y las ganas de lastimar a tu pareja. No se trata de ver quién es más malo o quién lastima más sino de encontrar soluciones, evita la tensión.

No te bases sólo en palabras. Recurre a la comunicación no verbal, demuestra buena actitud, ganas de arreglar las cosas, presta atención a lo que dices con tu cuerpo y a lo que dice tu pareja.

No te victimices. Tampoco se trata de que te portes como una víctima impotente, así tu pareja NO colaborará contigo. Asume tu parte de la responsabilidad, discúlpate por lo que sea posible, esto demostrará madurez de tu parte e interés en la relación.

Transforma las exigencias en peticiones, ofrece soluciones. No es nada más criticar lo que ocurrió, también dale ideas a tu pareja sobre lo que te hubiera gustado que ocurriera, otras opciones válidas en esa situación. Expón tus soluciones a la diferencia que están teniendo y escucha las propuestas de tu pareja. No se trata de quejarse nada más, hay que llegar con alternativas.

Evita usar las palabras “siempre y nunca”. Es imposible generalizar con palabras como “siempre” y “nunca” pues así en primera mentirás y en segunda, harás que tu pareja sienta que es imposible cambiar. Por lo general basamos los juicios en hechos recientes, no permitas que es opaque lo bueno que ocurrió anteriormente.

Cuando una pareja no discute sólo quiere decir dos cosas, o no les interesa arreglar las cosas o tienen demasiado miedo de decir lo que les duele o molesta, se las guardan y provocan problemas en la relación. Este tipo de pláticas pueden ser incómodas, pero también necesarias, fortalecerán la relación y reducirán el margen de problemas. Si quieres una relación fuerte, sana y feliz, estas acciones serán clave, demuestra tu amor de esta forma.

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