Sin llegar a exponerse a las alturas temperaturas, ni desprotegrese en los horarios de mayor radiación solar, lo cierto es que tomar baños de sol trae beneficios para el corazón, el estado de ánimo y el sistema inmune de las personas; nuestros cuerpos necesitan sol, y cuánto mas tiempo se recomienda hacerlo. La luz solar puede disminuir la presión arterial, fortalecer nuestros huesos, músculos e incluso nuestro sistema inmunológico, sin la luz solar directa, nuestros cuerpos no pudieran producir vitamina D, una sustancia con funciones importantes en nuestros cuerpos.
“Cuando el sol brilla sobre la piel, la radiación alcanza una molécula de 7-dehidrocolesterol y la covierte en previtamina D. Después, la previtamina D tarda varios minutos en convertirse en vitamina D. Es la temperatura de tu cuerpo la que hace esta segunda transformación”, explica Ann Webb, profesora de radiación atmosférica en la Universidad de Mánchester, Reino Unido.
Necesitamos vitamina D, por ejemplo, para que nuestro cuerpo absorba el calcio y el fosfato de los alimentos; ambos minerales son vitales para tener huesos, dientes y músculos sanos, sin importar la edad. Estudios recientes incluso mostraron que tomar vitamina D mejora la fuerza muscular en los atletas, al estimular el crecimiento de las células musculares.
“Parece haber evidencia de que el sol contribuye al sistema inmunológico, además de ayudar a protegernos contra algunas formas de cáncer y enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple”, agrega Webb.
La vitamina D, que produce la exposición al sol es tan esencial para nuestra supervivencia que puede ayudar a explicar la apariencia de la piel clara. Investigaciones muestran que las personas con niveles muy bajos de vitamina D tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas, diabetes y demencia. Es cierto que también se puede obtener vitamina D de ciertos alimentos, como huevos, leche y pescados grasos (salmón, por ejemplo), aunque puede ser difícil conseguir la cantidad adecuada solo a través de la dieta que consumimos.
Científicos de la Universidad de Edimburgo, Escocia, hicieron un experimento que mostró que exponer tu brazo a solo 20 minutos de luz solar es suficiente para aumentar la producción de óxido nítrico en la piel, lo que, a su vez, hace que los vasos sanguíneos se dilaten, bajando así la presión arterial. La cantidad de sol que se necesita para producir la cantidad ideal de vitamina D es personal, depende del tipo de piel, dónde vivimos y de nuestra sensibilidad. Lo más importante es no quemarse, si vas a estar expuesto durante más tiempo y corre el riesgo de quemarse, es fundamental proteger su piel.
