En este mundo lleno de tantas mentiras es importante que sepas estas verdades y las recuerdes cada día, además que las creas con todo tu corazón, tanto en los momentos buenos como en los momentos malos ¡Deja que tu vida sea dirigida por el Señor!
Poner a Dios primero. Necesitamos poner a Dios primero en todo lo que hagamos. Sin embargo, las ocupaciones, personas, planes a menudo ocupan el primer lugar en nuestras vidas de tal manera que a veces estos se transforman en nuestros dioses. Necesitamos darle a Dios el lugar que corresponde en nuestra vida y no en el hombre o nuestras propias habilidades.
“Amarás pues al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente, y de todas tus fuerzas; este es el principal mandamiento”. Marcos 12:30
Caminar por fe no por vista. Como seguidores de Jesús, la fe en poner todo y confiar nuestro futuro incierto en un Dios que lo conoce todo. No sabemos cómo y cuándo se cumplirán sus promesas, pero confiamos que así será. Caminar por fe va más allá de nuestra razón y se presenta antes de que podamos ver los resultados. 2 Corintios 5:7 NVI nos dice: tenemos que vivir “por fe, no por vista”. Hebreos 11:6 también habla de la fe y nos dice que sin fe es imposible agradar a Dios. Lo asombroso de este versículo bíblico es que Dios se complace cuando tenemos fe. El Señor solo desea que creas en Él y permitas que mientras tu caminas en fe, Él hará una obra asombrosa en tu vida. ¡Solo cree!
Guardar su Palabra en el corazón. Dios quiere que su Palabra la guardes en tu corazón. Como hijos de Dios debemos anhelar siempre guardar su Palabra en el corazón, esto es vital en el caminar con Cristo. La Palabra es poder de Dios para los que creen y esta debe ser nuestro alimento diario. Solo su Palabra nos puede libertar, transformar y guiar al propósito de Dios.
“Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos”. Deuteronomio 11:18
Vivir para su gloria, no para la mía. La palabra Gloria significa esplendor, honor, admiración, prestigio, reconocimiento, grandeza o hermosura de una cosa, hecho o persona. Fuimos creados para alabar y adorar a Dios, el único merecedor de toda gloria. Todo lo que se ve y lo que no se ve fue creado con un propósito, para la Gloria de Dios. Glorificar a Dios es reconocer, aclamar la santidad de Dios, su Poder, vivir agradecidos, siempre, de manera que es un estilo de vida. No podemos decir que damos gloria a Dios si nuestra conducta, reverencia y temor hacia Dios no va de acuerdo a la Palabra de Dios de lo que ella misma nos enseña acerca dar gloria a Dios. Dar gloria a Él, es reconocer su majestad.
“Esto dijo Isaías porque vio su gloria, y habló de Él”. Juan 12:41
Descansar en el que te creó. El descanso es algo necesario que necesitamos los seres humanos que fácilmente tendemos a dejar de lado. Pero la vida sin descanso no es posible. Dios mismo nos dejó ejemplo del descanso para nosotros desde el comienzo. Cuando descansamos en Dios nuestro espíritu se renueva y fortalece pues significa que estamos dejando todo en manos de Dios. Aprender a practicar el descanso es una disciplina espiritual que ayuda a disfrutar en la presencia de Dios y su soberanía.
“Por lo demás, hermanos míos, confortaos en el Señor, y en la potencia de su fortaleza”. Efesios 6:10
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