Cambiar las creencias limitantes es posible, siempre y cuando seamos conscientes de ellas. Es importante que se reinterpreten de manera diferente y se trabaje en eliminar aquello que nos bloquea.
Se trata de pensamientos e ideas que se han ido creando en base a experiencias y vivencias negativas. Por lo que suponen un obstáculo para alcanzar una meta determinada. Además, estas creencias limitantes no tienen por qué ser reales.
Es uno mismo el que les da poder y fuerza a esas ideas. El primer paso es darse cuenta de porque existen en nuestra mente y observar todo aquello que nos impiden lograr, pero ¿qué pautas pueden ayudarnos a cambiar las creencias limitantes?
Esta es la pregunta del millón, te damos tres pasos para empezar a cambiar la manera en que pensamos y percibimos las cosas.
Fíjate en la creencia militante; se trata de indagar a fondo sobre las creencias limitantes que uno tiene para encontrar la raíz del problema, realiza una profunda reflexión, lo ideal es pensar la forma en la que te ves en el futuro suprimiendo esta creencia de tu vida y por último genera nuevas ideas; es el momento de establecer nuevas creencias que vayan en la dirección de aquello que se quiere alcanzar.
Lo importante es dejar de machacarse con opiniones, ideas y pensamientos que impiden hacer cosas, o crecer. Cuando algo te limita, lo mejor es que te pares a valorarlo, y empieces a reformular pensamientos diferentes. No hay que generalizar, ni tampoco irse a los extremos. Se debe trabajar también la autoestima y autoconcepto para valorarse como uno se merece.
