En el día a día, los niños tienen que cumplir con múltiples tareas que quizá no les agradan o que no les apetece hacer en ese momento. Estas pueden ser recoger sus juguetes, hacer su cama, bañarse, completar sus tareas escolares o estudiar para un examen. La falta de motivación puede llevarles a no accionar, a hacerlo a disgusto o con queja y a generar un mal ambiente en el hogar. Pero, ¿y si la clave se encuentra en enseñar a los niños a automotivarse?
Pero, ¿Qué es la motivación?
Un primer paso consiste en comprender qué consiste la motivación. Podemos definirla como el proceso psicológico o emocional que impulsa una acción. Y lo hace de dos formas: al dar dirección a la acción e inyectarle intensidad, fuerza y perseverancia.
Podemos entender que la motivación que un niño siente respecto de una tarea está determinada por dos componentes:
El valor que se percibe en la tarea: de qué forma y en qué grado considera que esa actividad es útil. Puede ser simplemente porque le resulta divertida, porque le ahorrará trabajo más adelante o porque le hará sentir bien o quedar bien ante otros. En definitiva, percibe que tiene algún valor, función o utilidad.
El autoconcepto: qué imagen tiene el niño de sí mismo respecto de esa tarea o en qué grado considera que será capaz de cumplir con ella. Cuanto más positivo sea el autoconcepto al respecto, mayor será la motivación para actuar.
Para enseñar a los niños a automotivarse hemos de centrarnos en los dos factores anteriores. A continuación te contamos qué puedes hacer al respecto.
Ayúdales a percibir el valor en la tarea. Si falla el valor percibido en la tarea, puede ayudar al niño a incrementarlo de las siguientes formas:
- Busca hacer de la tarea un juego.
- Ayúdales a ver la utilidad de la tarea
- Anímales a anticipar las emociones futuras.
Construye con ellos un buen autoconcepto. Si lo que impide a los niños automotivarse es su bajo autoconcepto, podemos ayudarles a mejorarlo. No obstante, hay que tener en cuenta que este no es único y puede variar en función de la actividad. Así, quizá tu hijo se sienta muy confiado en matemáticas, pero poco hábil en música. Por eso, recuerda analizar cada situación en concreto.
- Utiliza la comunicación para transmitirle a tu hijo mensajes positivos acerca de sus capacidades.
- Procura desarrollar en él una mentalidad de crecimeinto.
- Permítele experimentar el logro.
Como ves, todas las anteriores pautas involucran la ayuda de un adulto que motive inicialmente. Sin embargo, paso a paso el niño podrá hacer suyas esas herramientas y aprenderá a automotivarse. A base de práctica y repetición, aprenderá a prever las consecuencias a largo plazo y a no centrarse en la inmediatez. Sabrá encontrar sus propias formas de hacer más entretenida una actividad y podrá guiarse cuando una tarea no le salga a la primera.
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