La etapa de gestación, el parto y la llegada del bebé, son algunos de los mejores recuerdos, que siempre se comparten en familia, sin importar la edad; sin embargo, para muchas personas, la pandemia de COVID-19 ha ensombrecido ese momento debido al miedo, la ansiedad y la incertidumbre, ante un panorama que aún se muestra inseguro. Las mujeres embarazadas no parecen tener mayor propensión a contraer la COVID-19 que el resto de la población, pero si están embarazada y contraen el virus, podrían correr el riesgo de que la enfermedad sea más grave o den a luz prematuramente.
¿Qué deberían hacer para protegerse del COVID-19 las mujeres embarazadas?
Deben tomar las mismas precauciones para evitar la infección por COVID-19 que las demás personas, utilizar mascarillas en lugares concurridos o cerrados, mantener una adecuada distancia física de los demás, abrir las ventanas para mejorar la ventilación en los espacios interiores, lavarse las manos habitualmente con agua y jabón o con un desinfectante de manos a base de alcohol y buscar atención médica si tiene síntomas como fiebre, tos, o dificultad para respirar. Muchas futuras madres tienen miedo de acudir a las citas médicas mientras toman precauciones como quedarse en casa y practicar el distanciamiento físico cuando están en el exterior, es importante recibir atención si fuera necesario, infórmese de las opciones que ofrece su proveedor de atención médica.
Tras el nacimiento de su hijo, debe seguir recibiendo apoyo y orientación profesional sobre como amamantar de forma segura; las madres deben sostener al recién nacido piel con piel, compartir la misma habitación y favorecer la lactancia materna temprana y exclusiva para ayudar a que el bebé se desarrolle, lo que también es bueno para la salud de la madre. Es importante no perder la percepción de riesgo, pero sobre todo disfrutar de la tranquilidad de la familia, protegerse ambos y establecer un vínculo con el bebé a solas, será una experiencia inolvidable.
