La respuesta es SÍ, aunque no en números tan marcados. La palabra doppelganger, es de origen alemán, literalmente significa doble caminante o una sombra de ti mismo; un significado que suena como un doble, o alguien que se parece mucho a ti, o que podría ser tu gemelo. Personas que visten casi igual, que incluso podrían pasar como hermanos, que poseen gestos semejantes, el mismo sentido del humor, gustos culinarios idénticos y hasta con pequeños matices en su forma de expresar que revelan una gran similitud.
A algunas personas les atrae aquello que les es familiar, porque les confiere seguridad y confianza, y esto explicaría por qué un número determinado de parejas se parecen en su estilo y hasta en su aspecto físico.
Justin Lehmiller, psicólogo social de la Universidad de Indiana, lo define así: “Aquello que nos es familiar es lo que más nos atrae, aunque no siempre somos conscientes de ello”. En otras palabras, lo familiar, lo semejante a nosotros, nos da seguridad; y aquello que nos hace sentir seguros, nos despierta confianza. Desde la psicología evolutiva se da una respuesta algo polémica: las parejas terminan pareciéndose mucho entre sí, porque es más común que busquemos individuos con ciertas semejanzas a nosotros mismos, lo cual es definido como “doppelgängers románticos”.
