Actos de violencia tanto física como verbal, ensombrecen el diario vivir de algunas mujeres, víctimas de relaciones desiguales y conflictivas; afortunadamente existen varios recursos y programas en nuestras comunidades que impulsan acciones en defensa del maltrato femenino. Resulta determinante poder brindar ayudar de manera cercana, personal, donde la comprensión y respeto sean la base para el acercamiento. Las mujeres maltratadas suelen sentirse culpables en el momento en el que deciden dar el paso y pedir ayuda, por eso, nunca deben mostrarse demasiado firme ni enfadarse con ellas mismas, al contrario.
Recomendaciones:
1. Reconocer y confesar lo que está ocurriendo: Ser consciente de esa necesidad, les permitirá evolucionar a una mejor situación.
2. Alejarse del foco del maltrato: Entender que es probable que una situación similar vuelva a ocurrir y ella se verá inmersa en un círculo vicioso del que será más difícil salir
3. Definición: A veces resultará difícil, convencerlas de que son objetos del maltrato y pensaran que fue “un acto aislado”, los maltratadores no solo atacan físicamente sino que una parte fuerte del maltrato es de índole psicológico así que es bastante probable que una mujer maltratada dependa totalmente o esté sometida a su maltratador.
Brindar ayuda, apoyarlas a tomar nuevas decisiones, y acompañarlas a grupos de terapia en los que otras mujeres también hayan sufrido esta situación, les dará la oportunidad re conocer el problema “desde la piel de otras”; animarlas a recuperar su auténtico “yo”, hacer el proyecto, o cumplir la meta que quizás siempre quiso, será un paso esencial para que vuelvan a recuperarse ellas mismas para poder superar su relación conflictiva y comenzar de nuevo.
