Entre las mayores preocupaciones de los padres y la familia en general, esta alejar a sus hijos del consumo de sustancias; sin embargo el tema de las drogas y otros hábitos nocivos a veces se postergan en nuestras conversaciones, o incluso no se consideran, temiendo que ellos “despierten su curiosidad”. Incentivar en ellos una educación temprana, la comunicación respetuosa, clara, que establezca nexos de seguridad, posibilitará que cuando nuestros hijos lleguen a la adolescencia puedan posean la confianza suficiente para expresar sus dudas y recibir los mejores consejos, los de su familia.
Recomendaciones:
1. Los padres debemos procurar su guía y no su circulo de amistades en la toma de decisiones. Es importante que a los niños se les dé opciones, aprendan a ser críticos y a saber decir lo que quieren y lo que no quieren. Tener criterio propio y saber tomar decisiones correctas será muy importante para no dejarse arrastrar por la presión del grupo cuando son adolescentes.
2. La comunicación debe ser abierta a cualquier edad; entender que las personas han de comunicarse, expresar ideas, emociones y saber expresarse. Es positivo que plantees el tema de las drogas en un entorno abierto y de confianza, para que sientan que sus padres están para apoyarle.
3. Enseñe a su hijo a saber decir que no. Es algo esencial para la vida, tanto en la niñez como en la vida adulta, hay que saber decirlo y saber cómo y cuándo hacerlo.
4. Comparta experiencias, consejos con su hijo, dedíqueles tiempo, sepa cómo está y cómo se siente; como padres no solo estamos para satisfacer sus necesidades básicas, su salud mental y emocional es igual de importante que su salud física.
