A continuación podrás ver algunos de los mitos más famosos. Mi objetivo es que alcances el éxito en cada área de tu vida. Por lo tanto, detectar falsas verdades es clave para tu crecimiento.
Productividad es hacer más a un ritmo acelerado. Ten cuidado con querer hacerlo todo velozmente. No siempre ahí se encuentra la productividad, ni mucho menos el éxito. Tan sólo piensa qué pasaría si por hacer más a un ritmo rápido terminas haciéndolo todo mal. Por el contrario, la productividad tiene que ver con alcanzar tus resultados. ¿Qué resultados obtendría un médico si hace una operación a toda marcha? Lo único que podríamos rogar es que su paciente sobreviva. Definitivamente este es un mito fatal que podría terminar con tu salud cardíaca. Mejor ve a tu ritmo, con calma pero sin distracciones. Así, al final de cada jornada, los resultados que logres serán mejores que aquellos que harías a toda máquina.
Si estoy ocupada soy productiva. Otro de los mitos acerca de la productividad es creer que con estar ocupados es suficiente. Sin embargo, realizar tareas sin considerar qué resultados esperamos es improductivo. Si quieres progresar hacia tus metas, usa tu energía y tiempo para lograrlas. Es decir, ocúpate de dar pasos concretos hacia lo que quieres conseguir. Eso sí será muy productivo.
Si quiero progresar en mi negocio, otra área de mi vida va a sufrir. Existen muchísimas personas que no logran un balance en sus vidas. Seguramente conoces a alguien que trabaja las 24 horas sin poder dedicar tiempo a sus amigos o familia. Pero cuidado, esto no siempre significa que la persona sea productiva. Muchos caen en uno de los peores mitos sobre la productividad, y para que lo imagines te pondré un ejemplo. Por más que Juan esté las 24 horas trabajando, eso no quiere decir que sea productivo. Su colega, Pedro, puede trabajar 12 horas y conseguir mejores resultados que Juan. El secreto está en aprovechar cada segundo del tiempo. Por consiguiente, dejar las distracciones es lo ideal. Así ese tiempo que sobre podrás usarlo para las demás áreas de tu vida.
Soy excelente improvisando, no es necesario que sea productivo/a. Si de forma innata te va bien improvisando, aprovecha al máximo este talento que tienes. Al mismo tiempo, arma una metodología para planificar tus tareas. Esto te servirá para eliminar de tu cabeza cualquier pensamiento vinculado a actividades pendientes. De esta manera, notarás como tu habilidad para improvisar y para triunfar mejoran.
En síntesis, todos somos capaces de planificar y fijar el camino de nuestras metas. Nada más debes determinar el sendero correcto hacia tus objetivos. Después, a través de hábitos y técnicas adecuadas, podrás alcanzar la tan soñada productividad.
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