La rutina domestica de cada día, trae consigo horarios y contenidos para disimiles tareas, muchas veces el tiempo parece escarparse como agua entre los dedos, máxime si a la par custodiamos de nuestros hijos. Con la atención de los niños nunca se termina y calmarlos en un momento de enojo puede resultar titánico por lo que medidas como prepararles un bocadillo o entregarles un juguete para que se entretengan, a veces no son la “solución esperada”, y tratan de ocuparlos entregándoles el celular o la Tablet como vía para tranquilizarlos.
JAMA Pediatrics publicó un estudio con referencia al tema, donde describen que acciones como estas no solo demuestran poco control sobre los menores, sino peor aun que están proporcionando obstáculos para el desarrollo del lenguaje, la interacción con otras personas, la exploración y otras habilidades sociales y de comprensión.
Es necesario comprender que la tecnología “no puede sustituir” la atención y la educación que debemos proporcionar a nuestros hijos, las mejores formas para calmar a los hijos no depende de un aparato tecnológico, sino de las capacidades que fomentemos en ellos. El afecto, el dialogo, escucharlos atentamente y crear juntos soluciones, les ayudaran a mejorar sus ansiedades y aprenderán a controlarse poco a poco. Aunque tome tiempo, es algo que deberíamos hacer.
