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Conozca algunos mitos y costumbres que parecen buenos, pero que en realidad pueden poner en peligro la vida de un bebé.

Cada historia aporta datos que parecen funcionar siempre y así se convierten en mitos que pasan de familia en familia. Hoy la mayoría de estas costumbres en realidad no son tan “buenas” como parecían, a continuación le invitamos a meditar en algunos.

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Familiares y amigos en general, comparten sus historias, experiencias y vivencias relacionadas con la llegada de un bebé; cada historia aporta datos que parecen funcionar siempre y así se convierten en mitos que pasan de familia en familia. Hoy la mayoría de estas costumbres en realidad no son tan “buenas” como parecían, a continuación le invitamos a meditar en algunos.

 1. Envolver al bebé completamente “para que no sienta frio”: Esta es una recomendación muy común, pues se cree que así los bebés se sienten arropados estarían como si siguieran en el vientre de la madre. Sin embargo, esto no sólo aumenta el riesgo de muerte súbita debido al sobrecalentamiento, también puede ser perjudicial para su cadera, al dejar sus piernas estiradas sin espacio libre para moverlas. Un estudio realizado por el doctor Nicholas Clarke, del Hospital de la Universidad de Southampton, dice que esto puede alterar el desarrollo de la articulación de la cadera.

2. Dormirlos boca abajo, “para reducir el peligro de regurgitar la leche”: Un estudio publicado en Pediatrics revela que es todo lo contrario, ya que tienen un mayor riesgo de asfixiarse y sofocarse, lo ideal es que los bebés duerman sobre su espalda, con la cabeza hacia a un lado. en caso de que regurgite leche.

 3. Vestirlos con gorro y guantes, “para evitar que el bebé tenga frío”: Sin embargo, esto no es lo ideal, ya que uno de los factores principales que se asocian con la muerte de cuna es el sobrecalentamiento. Adicionalmente el exceso de capas puede generar dermatitis por sudor.

La Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics) recomienda mantenerlos frescos, con máximo una capa más de la que están usando los adultos y nunca cubrir los rostros o cabeza, con el fin de disminuir el riesgo de Síndrome Infantil de Muerte Súbita.

 4. Abrigarlos con cobijas gruesas o polares, ”porque sienten frio todo el tiempo”: Lo único que hacen este tipo de cobijas es atrapar el calor, sin permitir que el sudor se evapore, por lo que el bebé puede estar mojado y con frío. Lo mejor es usar telas de algodón o naturales. Los niños y bebés mayores de un mes regulan su temperatura como los adultos, aunque son un poco más sensibles al frío, también son mucho más activos, así que entran en calor fácilmente. Además, al estar en brazos o al ser amamantados, reciben el calor del adulto.

5. Fajas para su ombligo, “para que no se les salte el ombligo”: No es recomendable debido a que puede generar una infección o afectar el movimiento de respiración. Lo que se recomienda es mantener la zona limpia y seca hasta que el cordón se caiga por sí solo, tratando de no mojar la zona incluso durante el baño.

6. Agua antes de los 6 meses, ”para hidratarlos”: Esta es una práctica que no debe realizarse, el agua ocupa espacio en el pequeño estómago del bebé sin aportar nutriente alguno, mientras que la leche materna cambia su composición y cantidad de agua según el clima y la hora. Los bebés deben alimentarse con lactancia materna exclusiva a libre demanda durante los primeros seis meses, porque no sólo los alimenta, sino que los hidrata y cubre todas necesidades. En caso de que tengas que recurrir a la fórmula, el agua que contiene es suficiente para el bebé.

 7. Infusiones o tés para los cólicos, “para que no lloren”: Darles infusiones puede provocar intoxicaciones, ya que todos los tés, por más naturales que sean, tienen efectos secundarios. El anís estrella se usaba antes para aliviar los cólicos de los bebés, sin embargo, un estudio de la Universidad de Illinois en Chicago revela que es tóxico a nivel neurológico y gastrointestinal, puede ocasionar vómitos, temblores, espasmos, movimientos incontrolables de los ojos e hiper excitabilidad con llanto. Durante los primeros 6 meses, el único líquido que debe consumir el bebé debe ser la leche materna o fórmula (nunca atoles o jugos), y posteriormente al introducir alimentos sólidos solamente deben beber agua natural con los alimentos.

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