Tu casa es el sitio de privacidad, descanso y confort; es además, el lugar de reunión de familias y amigos. Mantener un hogar limpio y en buenas condiciones te permitirá disfrutar de tu vivienda y que tus invitados se regocijen por pasar un tiempo juntos. Remodelar tu casa en pequeña o gran escala te beneficia de distintas maneras.
- La ventaja más evidente es que aumentas el valor de tu hogar; si planeas vender tu casa, que luzca renovada y nueva incrementa el monto que puedes pedir por ella.
- Aprovechas los espacios de tu casa. Tal vez existan espacios de tu casa que utilizas como almacén o simplemente se trata de un espacio vacío, con la renovación, esos espacios lucirán mejor y serán de mayor utilidad si por ejemplo, empieza a crecer la familia.
- Añades comodidad. Remodelar estructuras, pisos, baños, cocina, jardín y habitaciones le añade confort a tu hogar.
- Ahorras en gastos de mantenimiento a futuro. Mantener actualizadas las funciones de tu hogar representa mayor posibilidad de ahorrar ya que evitas gastos en el reemplazo de estructuras y materiales que ya no sirven.
- Eficiencia energética. Puedes reemplazar tus lámparas por focos ahorradores de energía, notarás la diferencia en el recibo de luz.
- Tener tu casa justo como a ti te gusta. Remodelar te ayuda a personalizar tu casa de la manera en la que te gustaría que luzca, con acabados, materiales y colores que hagan que la casa se vea mejor.
El mejor momento para remodelar tu casa es cuando la respuesta a todas las preguntas siguientes son afirmativas:
- ¿Mi casa no me hace la vida más fácil?
- ¿Cada elemento de mi hogar no está en buen estado ni funciona correctamente?
- ¿El espacio no es suficiente para toda la familia a medida que ésta crece?
- ¿Tengo la liquidez suficiente para gastos de renovación?
Para empezar, es importante estudiar tu casa. Lo primero que debes hacer es asegurar que tu casa es segura; es decir, no hay problemas estructurales o elementos que no te ayudan a mantener un espacio de confort. Estudia las condiciones y estructuras de la casa para hacer una planificación correcta y tener un control de todos los gastos.
El segundo paso es decidir qué necesita renovación y qué reparación. La reparación implica mantener el buen estado de las cosas para su funcionamiento y renovar es otorgarle un sentido fresco o nuevo respecto a su condición original. Una vez que identifiques qué cosas son útiles pero no se encuentran en buenas condiciones y qué necesitan repararse, puedes identificar también aquellas que necesitan renovarse para darle una imagen diferente a la casa y que parezca nueva.
Ahora, ya conoces las condiciones de tu casa, qué necesitas reparar y qué renovar, es momento de pensar en hacer una lista: sustituir ventanas, comprar muebles, restaurar el baño, etc.
El siguiente paso, y el más importante, es el presupuesto. Recuerda establecer un presupuesto realista que no desajuste tu bolsillo.