Como padres siempre priorizamos pasar tiempo con nuestros hijos y construir en ellos las mejores experiencias y emociones, para lo cual muchas veces planificamos no solo tiempo familiar sino también esfuerzos de todo tiempo, sin embargo no siempre resulta fácil manejar las distracciones “que imponen” los equipos tecnológicos, y de repente nos vemos solicitándoles a ellos que dejen su celular, pero, ¿alguna vez ellos nos han pedido que dejemos de ver la pantalla de nuestro celular?
Tomar un “instante” para mirar la hora, redes sociales, escuchar o leer un mensaje, o reproducir música por ejemplo, puede a veces convertir ese segundo en minutos o hasta en una distracción ajena, que impide que pasemos tiempo de calidad con nuestros hijos. ¿Cómo darte cuenta de que pasa eso?, justo cuando tus hijos te quitan el celular y te piden que les prestes atención.
Un estudio realizado por el gobierno de Queensland revela que los niños desean que sus padres dejen de usar su celular cuando estén con ellos, para que realmente escuchen sus inquietudes, interactúen más con ellos, o sencillamente que “intenten seguir su ritmo” e involucrarse al ciento por ciento en las cosas que son importantes para ellos. Los pequeños necesitan atención para liberar sus frustraciones y estrés que acumulan por experiencias en la escuela o en otros ambientes, y lo menos que necesitan es sentirse ignorados por culpa de un celular. Cuando utilizamos un dispositivo en exceso limitamos, sin darnos cuenta, la capacidad para concentrarnos en una conversación y hasta podemos causar daño a las relaciones interpersonales.
