¿Alguna vez has anhelado venir a Cristo y sentir una relación más profunda con Dios, pero no estás seguro de cómo empezar? Te compartimos en este devocional 6 maneras de acercarte a Cristo:
1. Venir humildemente: “La humildad no es pensar menos de ti mismo, es pensar menos en ti mismo”. La humildad nos lleva, pues, a tener una adecuada evaluación y valoración de nosotros mismos. “La humildad es hacer una estimación correcta de uno mismo” (Charles Haddon Spurgeon). La humildad se trata de venir a Cristo tal y como somos, sin máscaras, auténticos, honestos y realistas, conocernos y aceptarnos a nosotros mismos tal como somos. Al venir a Cristo debemos mostrarnos sencillos, sinceros, vulnerables, y pensando de nosotros con cordura, pues esto es lo que agrada al Señor.
“Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”. Santiago 4:6
2. Venir arrepentidos: El arrepentimiento es una de las acciones claves que debemos tomar al venir a Cristo. El arrepentimiento es nuestra acción y el perdón es la respuesta de Dios de su amor hacia nosotros. El mensaje que Jesús nos da es simple: todo lo que tenemos que hacer al venir a Cristo es arrepentirnos de nuestros pecados para tener una nueva vida.
“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio”. Hechos 3:19
3. Venir en actitud de confesión: Cuando pecamos, se crea una barrera entre nosotros y el Señor, la cual interrumpe nuestra comunión con Él. Por eso, debemos confesar nuestros pecados a Dios. Cuando confesamos nuestros pecados, somos perdonados, nuestras ofensas son limpiadas y nuestra comunión con el Señor es restaurada. No podemos ignorar nuestros pecados o tratar de encubrirlos.
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. 1 Juan 1:9
4. Venir creyendo: Creer en Dios es el mayor recurso que tenemos para realizar lo imposible. No es nuestra experiencia o conocimiento lo que provoca milagros, sino lo que creemos. Podríamos perder todo, pero si nos mantenemos creyendo, podemos tener la completa seguridad de que Dios obrará a nuestro favor. Cuando creemos y activamos nuestra fe no tendremos miedo de acercarnos al Señor y reconocer que de sus manos proviene todo.
“Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”. Mateo 21:22
5. Venir tal como eres: ¿En algún momento sentiste que no estabas a la altura? ¿Sientes que nadie te presta atención? A veces es sencillo pensar que nuestro valor se basa en lo que logramos, lo que ganamos o lo que obtenemos en comparación con los demás. Pero Dios nuestro Padre no nos ve de esa forma. No tenemos que aparentar nada al acercarnos a él, pues él conoce hasta nuestros pensamientos. Él se fija en cada detalle de quiénes somos. Así que, enfócate en venir al Señor tal como eres con tus aciertos y desaciertos, en Él puedes descubrir tu verdadero valor.
“Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”. Isaías 1:18
6. Venir ahora: Todos en algún momento de la vida nos hemos sentido alejados de Dios, a lo mejor por nuestra situación, problemas o porque decidimos tomar el control de la vida en nuestras manos y dejar a Dios por fuera. Si ese es tu caso no esperes mañana para encontrarte con el Señor y sentir nuevamente Su presencia.
“No te jactes del día de mañana; porque no sabes qué dará de sí el día”. Proverbios 27:1
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