Marlow, quien es pastor de la Iglesia Bautista Grave en Carolina del Norte, fue hospitalizado después de contraer listeria, que es una infección grave que se produce después de comer alimentos contaminados. «Estaba al otro lado del pasillo y escuché a Ryan gritar, ‘alguien ayúdame’», contó la esposa de Ryan, Megan Marlow, en uno de sus videos compartidos en las redes sociales.
Para ese momento, el pastor tenía problemas para tragar y los médicos buscaban arduamente saber que estaba pasando con su salud para colocarle un tratamiento inmediatamente. Su caso empeoró cada día hasta llegar a estar neurológicamente muerto tras una inflamación del cerebro; al momento de comunicar la noticia a la familia, también dijeron que iban a donar sus órganos. Para el 30 de agosto, Megan visitó a su esposo antes de ser desconectado de soporte vital y comenzara la donación de órganos; además de ella, su familia lo visitó para despedirse pero en un impulso, su esposa volvió a visitarlo una última vez.
Para cuándo llegó al centro medico, la sobrina del pastor había sucedido un milagro: comenzó a mover los dedos de los pies. Ella le dijo a los médicos que deseaba que le hicieran pruebas para verificar la muerte cerebral, teniendo un sentimiento de parte de Dios de que la vida de su esposo no había terminado. En realidad, el diagnóstico estaba errado ya que no era muerte cerebral sino la hinchazón debido a la infección que la causó un coma profundo.
«Dios no ha terminado», expresó Megan detallando que Ryan se someterá a una cirugía y seguirá mejorando con más movimientos corporales y oculares.
