Inspiracional

Ex abortista fue impactado por el amor de Jesús en pleno proceso y ahora defiende la vida, «Somos su instrumento»

Siendo un médico abortista radical, éste tuvo una experiencia impresionante con Dios que le hizo defender la vida y llamar a que otros sean «instrumento de Jesús».

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Originario de Virginia, el Dr. John Bruchalski, por mucho tiempo fue abortista sin remordimiento en base a lo que había aprendido en la facultad de medicina sobre la ciencia como máximo poder. Y aunque creció en un hogar cristiano, con padres que oraban por él todo los días y defendían la vida, él creció y se convirtió en abortista; el principio de la vida desde la concepción fue un concepto que entendió muchos años hasta que estudió medicina.
 
«Estaba de acuerdo con el statu quo. Fue solo a través de la misericordia de Dios que vino a mi miseria en ese momento y me rescató», explicó contando que lo que hacía era verdaderamente horrible.

«Durante mis primeros dos años, mientras practicaba el aborto, comencé a darme cuenta de que realmente tenías que ‘fortalecer’ tu corazón. Tenías que respirar profundamente. En los abortos tempranos, no era eso malo. Pero a medida que el feto crecía, tenías que contar las partes del cuerpo para asegurarte de que el útero se vaciara y hacerlo constantemente como parte de tu entrenamiento, realmente comencé a sentir que estaba endureciendo mi corazón», dijo.

Fue eso junto a estudios mentales, trabajos de parto prematuro y cáncer de mama, los que le hicieron cuestionarse si realmente estaba bien lo que estaba haciendo y se dió cuenta de que «no era tan bueno como pensaba». En contraste con eso, comenzó a asistir a una iglesia local mientras seguía trabajando en ese centro de embarazo, lo que era un choque fuerte para él.

Entonces, todo cambió un día cuando el Dr. Bruchalski tuvo dos pacientes, ambos con 22 semanas de embarazo. Una experiencia le cambió la vida, pues el mismo asistió a dos casos diferentes que le conmovieron el corazón: de un lado una madre luchaba por salvar a su hijo de 22 semanas mientras que del otro lado otra mujer ya no quería dejar vivir a su bebé de 22 semanas. Pero el bebé que iba a ser abortado sobrevivió, por lo que se encontró en una lucha consigo mismo debido a que tenía que salvarle la vida a la criatura que intentaba matar.

«Cuando ese feto, bebé, nació en ese aborto, estaba vivo. Entonces lo tiré en una balanza y el bebé pesaba más de 500 gramos, lo que me hizo tener que llamar a la UCIN para que vinieran a buscar a este bebé. ¿Puedes imagínense que traté de abortar a este niño, pero luego tuve que llamar a la guardería para salvarlo”, recordó. Un colega cuando lo vio le compartió unas palabras que lo dejaron en shock:

«Dejen de tratar a estos bebés como si fueran tumores». Eres mejor que eso. Eres un buen médico», le dijo un joven neonatologo al doctor, lo que le llevó a un gran debate durante los siguientes días. Esa situación le hizo buscar más a Dios e irse a un retiro espiritual para aclarar ciertas dudas, las cuales fueron cambiadas cuando tuvo un encuentro real con Cristo a través de la oración.

Durante ese retiro el Dr. Bruchalski aceptó a Cristo como Salvador y cuando regresó dijo que ya no podía hacer abortos, lo cual fue respetado pero se le advirtió de no compartir su fe con otros, lo que no tuvo éxito. Junto a su esposa, unos cuatro años después fundaron el Centro de Ginecología y Obstetricia del Tepeyac y Divine Mercy Care, para ayudar a muchas mujeres.
Explicó que durante caso 30 años, la fe en Jesús le ha permitido demostrar que por medio de Jesús es posible atender a las mujeres de una buena manera sin llegar a los abortos electivos.

Con su historia, espera que muchos otros médicos puedan comprender esta visión que respeta la vida y desafiar lo que el mundo hoy está proclamando como bueno.

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