Fue detenido por la policía por tercera vez cuando tenía 19 años. Clamó a Dios por ayuda mientras se preparaba para ir a la cárcel y, como resultado, su vida cambió. Actualmente trabaja como pastor y misionero entre los musulmanes. Después de involucrarse en robos, drogas y pornografía, según los informes, Rick comenzó a ir a la iglesia y aceptó a Jesús, pero continuó cometiendo delitos, según God Reports. Lo atraparon tratando de vender armas robadas a policías encubiertos y, debido a su avanzada edad, ya no pudo evitar ir a la cárcel.
Dice que quedó asombrado cuando, mientras lo procesaban por el crimen, sintió el amor de Dios y clamó: «Señor, si me amas, lo daré todo por seguirte». Rick afirmó que esa noche su vida dio un nuevo giro, «Yo era una nueva criatura». A medida que se invitaba a nuevos feligreses a tomar café o cenar después de cada servicio, comenzó a atraer a más personas para que se unieran a él. Rick se casa con Kathy, una mujer cuyo padre era oficial de policía y a quien conoció cuando era más joven, pero de quien se mantuvo alejado, se casaron después de seis meses de asistir a la iglesia. Actualmente tienen seis hijos y algunos nietos.
“Es increíble la vida que tenemos ahora”, dijo. Rick se convirtió en pastor y abrió nuevas iglesias en San Diego, Nueva York, Turquía y Malta. Rick dijo que hacer la obra de Dios en la ciudad de Nueva York era «irónicamente» más difícil que trabajar en territorios musulmanes debido a la secularidad. Según el pastor Rick, desarrollar la confianza es un requisito previo para compartir el evangelio en los países musulmanes. Afirma que la oración del hospital de una niña que tenía una enfermedad terminal con lupus resultó en una cura milagrosa, y fue entonces cuando comenzó a ganarse la confianza de algunas personas.
Él y su esposa fueron objeto de hostigamiento por parte del gobierno local y comparecieron ante el tribunal cinco veces. Sin embargo, el juez finalmente decidió apoyar a su iglesia. Los radicales que lanzaron piedras a través de las ventanas de la iglesia fueron otra fuente de oposición. Actualmente es pastor en la ciudad de Fayetteville, Carolina del Norte (EE.UU.) y comparte su testimonio como prueba del poder de Dios para salvar a los perdidos.“Dios nos ayudó”, concluyó
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