La pregunta fue inesperada:
– ¿Qué le parecería ser lanzada en órbita alrededor de la Tierra?.
– Hablas en serio?…“Sí, sí, muchas gracias. Por favor envíenme al espacio”.
De esta manera comenzó ha hacerse realidad el sueño de Hayley Arceneaux, sobreviviente de cáncer infantil, tratada en el St. Jude Children’s Research Hospital y que así quedaba enrolada en la misión a bordo del Inspiration4, el primer vuelo espacial en el mundo integrado en su totalidad por una tripulación civil efectuado en septiembre 2021. Desde pequeña Harley practicaba deportes y soñaba con ir al espacio, pero a los 10 años un inesperado diagnóstico parecería terminar sus sueños: osteosarcoma del fémur izquierdo; fue difícil para todos, pero encontraron el camino, la resistencia, el optimismo y apoyo que necesitaban para no dejar de intentarlo.
Sometida a tratamiento de quimioterapia y entre el dolor de la recuperación, la fisioterapia y su nueva condición, Hayley trabajó no solo para fortalecer los músculos, el equilibrio, y su determinación; en los días en los que peor se sentía, “se animaba y decía: Es hora de bailar”, dijo Elizabeth Barnwell, enfermera que trabajó en su caso y que ahora, décadas después, es una de sus compañeras de trabajo en St. Jude Hospital, donde Hayley más tarde encontró el trabajo de sus sueños como asistente médica.
Hoy Hayley Arceneaux comparte sus historias y habla emocionada mientras anima a otros a luchar aún más cuando el tema de conversación es St. Jude y sus experiencias allí; se le escucha decir que el cáncer la ayudó a ser quien es hoy día: “Me enseñó a esperar lo inesperado y a continuar. Además, creo que tener cáncer me hizo más fuerte”.
“Hayley tiene la mentalidad de vivir el presente, porque desconoce lo que deparará el futuro”,. “La verdad es que en la vida suceden cosas malas. Y ella lo experimentó. Sin embargo, en lugar de estar deprimida por eso, vive al máximo”, agregó Colleen, madre de Hayley.
