Un verdadero milagro fue lo que ocurrió durante un vuelo en el que por medio de una maniobra muy inteligente de un pasajero se salvaron todas las personas a bordo tras un alarmante incidente que le ocurrió al piloto.
Dentro de un vuelo en un avión de un solo motor, el piloto Kenneth Allen de 64 años, perdió el conocimiento después de manifestar que no se sentía bien; éste sufrió un desgarro en la aorta de su corazón mientras pilotaba y por ese hecho, sus pasajeros estuvieron a punto de morir, hasta que sucedió algo totalmente inesperado.
Un pasajero de nombre Darren Harrison, era uno de los pasajeros que se dio cuenta de que el piloto no estaba bien del todo en ese 10 de Mayo, “Él dijo, ‘Tengo dolor de cabeza y estoy confuso y simplemente no me siento bien’ Y dije, ‘¿Qué tenemos que hacer?’ y en ese momento no respondió en absoluto”, contó él en una entrevista.
En el momento que Allen se desmayó, el avión se fue en picada pero un movimiento ágil con una conciencia centrada en la protección de los pasajeros, y el piloto que necesitaba ser atendido de urgencia, éste tomó el mando del aparato y enseguida se puso en contacto con un controlador de tráfico aéreo para poder llegar a tierra a salvo.
“Todo lo que vi cuando llegué al frente fue agua por la ventana derecha y supe que venía rápido. En ese momento, supe que si no reaccionaba, moriríamos. También sabía que a la velocidad a la que íbamos, íbamos demasiado rápido y probablemente le arrancaría las alas al avión”, dijo manifestando que la última parte de su relato fue la más aterradora de la historia.
Regresando desde Las Bahamas, Harrison pudo aterrizar el avión en el Aeropuerto Nacional de Palm Beach, Florida, aún con todo el miedo que tenía decidió ser fuerte por todas las vidas que estaban en peligro.
La historia llega a su mejor punto cuando entre tantas maniobras que jamás pensó hacer sintió que “La Mano de Dios” estaba con él en ese momento; el avión se detuvo y sus emociones por el momento afloraron y repasando todo lo que acababa de vivir sabía que todo había sido un milagro.
