Después de pasar varios días en cuidados intensivos por la grave condición de salud que tenía, el pastor John Gray finalmente ha sido de alta debido a la rápida recuperación que tuvo, todo gracias a las oraciones a Dios.
Gray, pastor de Relentless Church, fue hospitalizado de emergencia después que le hallaran una embolia pulmonar potencialmente mortal, la cual es un coágulo de sangre alojado en la arteria pulmonar principal y que luego se ramifica en los pulmones, haciendo que las probabilidades de morir sean realmente preocupantes si no se trata a tiempo.
Según el diagnóstico que les dieron los médicos en el Hospital Flowers, en Dothan, Alabama, ésta situación pudo haberlo dejado sin vida, ya que tenía obstruida al 50% su arteria pulmonar, por lo que pidieron oraciones para que el elemento pudiera encogerse y desaparecer.
Dentro de la publicación, el pastor Gray dice que “el diablo intentó matarlo en esa cama”.
«Se suponía que esta cama sería mi final. Tira de la sábana sobre mi cabeza y llévame a la morgue. Esta cama, donde entretuve mis miedos, arrepentimientos y triunfos más profundos, se suponía que sería el período: una vida terminó, pero sin terminar», escribió Aventer en nombre de su esposo..
Además citó Salmos 103:1-3 para glorificar al Señor por este gran milagro en su vida y exaltar su magnífico poder para sanarle; asimismo agradeció a todos los que oraron por él, además del equipo médico pero principalmente reconociendo que sin Dios no podría estar de pie hoy.
De igual manera se tomó su tiempo para elogiar a su esposa y su petición de oración a toda la congregación y la movilización que todos hicieron en favor de la salud del pastor y un milagro para él.
«Aventer, tendrás tu propia publicación cuando mis palabras alcancen tu fuerza sobrenatural y tu fe durante este momento de vida o muerte. Te amo con todo lo que tengo y con todo lo que me queda. Tú y nuestros hijos me hicieron luchar para quédate aquí. Los amo a todos, ahora que no puedo gritar. ¿Pueden ayudarme a gritar? ¡ESTOY FUERA!», finalizó.
Gloria a Dios por cada milagro que concede a través de la oración y el clamor de su creación, en donde se ve la manifestación de su gracia y misericordia.
