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Rebeca Segebre nos habla de la importancia de los elogios.

Según la RAE, el elogio es un reconocimiento de los méritos o cualidades de una persona o de una cosa, mediante expresiones o discursos favorables.

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Elogiar se refiere a la acción de enaltecer o alabar a alguien por algo. Lo cual, aunque no lo parezca, es algo no tan fácil de realizar. Esto requiere de cierta condición mental, emocional y de autoestima.

¿Por qué es importante tener vínculos que nos elogien?
La ausencia de halagos deja huellas negativas en nuestro estado emocional. En otras palabras, quienes sólo reciben críticas acaban creyendo que hacen las cosas mal. Poco a poco van perdiendo la confianza en sí mismos.

André Maurois dijo una vez que es un signo de generosidad halagar de manera generosa. Elogiar a una persona, es darle la oportunidad de aumentar su autoestima y su confianza en sí mismo. Son estas las herramientas que te permitirán sortear los obstáculos de la vida. De igual modo, serán claves para que una persona pueda armar relaciones de afecto duraderas.

A veces cuesta recibir elogios
Más de una vez hemos visto a personas disculparse o perturbarse ante un halago o cumplido ¿Por qué no es posible para ellos aceptar el elogio y agradecerlo sencillamente sin verse en la necesidad de disculparse? Existen muchos factores por los que una persona no acepta los cumplidos de una forma positiva. Los especialistas lo aseguran, estas personas en lugar de disfrutar del bienestar de ser valorados, se incomodan ante el elogio. Todas las siguientes causas tienen que ver con la imposibilidad de tomar el elogio como algo real y verdadero:

  1. Autoestima: Guy Winch es un reconocido psicólogo clínico y autor de Emotional First Aid. Él afirma que las personas se incomodan al recibir un halago porque tienen una baja autoestima.
  2. Desconfianza: Algunos piensan que los cumplidos se dicen para ser amables con los demás. O quizás, porque se siente lástima por la persona elogiada. Por lo tanto, no creen que lo que se les está diciendo sea sincero.
  3. Suspicacia: Algunas personas consideran que detrás de los elogios existe algún interés escondido. Este dato fue confirmado por el psicólogo Jan Schaummann.
  4. Familiaridad: Las personas piensan que las palabras positivas se expresan por ser buenos amigos, o por cariño. Por lo tanto, no creen que el halago sea verdadero.
  5. Cuestiones culturales: Influye el contexto en el que ha crecido la persona. Es decir, la educación que brindan los padres desde la infancia. Quizás, les han inculcado que recibir un halago es signo de soberbia y de mala educación.

 ¿De qué sirve dar elogios?
Sirve para hacer que el otro tenga un mejor día, y por ende tú lo tengas también. No sólo hace sentir bien a quien lo recibe, sino a quien lo hace. Dice mucho una persona que elogia a otra. Da la sensación de estar de buen humor, de ser una persona observadora, empática y cariñosa con los demás. Sirve para, en algunos casos, hacer que un encuentro con alguien desconocido sea más agradable y cercano. Asimismo, para que el otro sepa que estás ahí.

¿Por qué elogiar?
Tal vez crees que es algo innecesario, pero:

  • Crea relaciones nuevas.
  • Estrecha relaciones importantes.
  • Algo nos une – al éxito de este libro.
  • Posicionamiento por Asociación.

Quizá pienses que no tienes motivos para elogiar. Pero, el hacerlo dice mucho más de ti que de la persona y/u obra a la que elogias.

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