Inspiracional

¿SALVAVIDAS O REDES?

Por mucho tiempo como Iglesia, hemos estado tirando “salvavidas” al mundo, para rescatar a aquel que se estaba hundiendo. Ante una catástrofe como un hundimiento de un barco, de poca utilidad es tirar un salvavidas, para rescatar una sola vida, mientras miles se siguen hundiendo.

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Por mucho tiempo como Iglesia, hemos estado tirando “salvavidas” al mundo, para rescatar a aquel que se estaba hundiendo. Ante una catástrofe como un hundimiento de un barco, de poca utilidad es tirar un salvavidas, para rescatar una sola vida, mientras miles se siguen hundiendo.

Jesús uso una ilustración con sus discípulos para hacerles entender su misión de rescate en este mundo donde miles se pierden sin conocerle. En Lucas 5:2-11 vemos un evento donde Jesús llama a sus primeros discípulos, quienes estaban “tirando la toalla”, desanimados de tanto intentar “pescar”, pero sin resultados. Dice el versículo 2 que los pescadores habían dejado sus barcas y lavaban sus redes, vacías, y sin haber recogido nada. 

Y aquí viene la voz del Señor: “Lleva la barca hacia aguas más profundas, y echen allí las redes para pescar”. La Palabra de autoridad de Cristo les da la estrategia para alcanzar la misión del Reino: ir a aguas mas profundas y tirar la red. 

En primer lugar, las aguas profundas significan una mayor profundidad espiritual. Las aguas profundas nos alejan de esa seguridad que nos da la orilla, el “hacer pie”. Es ese nivel de fe que te conduce a dejarte llevar por las corrientes naturales del mar. Ese nivel de fe que no mide tu entrega, sino que sigue la corriente de Dios. 

Segundo, Jesús le pide que vuelvan a hacer lo que han hecho toda la noche. Es raro, pero muchas veces el Señor nos pide que perseveremos en sus mandatos, aun cuando no hemos visto el fruto. Pero la obediencia, tarde o temprano, dará su resultado. Perseverar… Pedro, se queja y le dice a Jesús: ¡ya lo hemos hecho y no sucedió nada! Pero porque tu lo dices, aquí vamos… No importa si lo que has estado haciendo no da un fruto aparente hoy, si Jesús te lo ha dicho, hazlo y veras los resultados.

La obediencia permitió el milagro. Miles de peces llenaron de tal manera las redes que éstas se rompían. Una red no podía contener tanto fruto, ya que se corría el peligro de perder semejante pesca. Así que tuvieron que llamar a otras barcas para que vinieran a ayudarles. Cuando obedecemos al Señor, comenzamos a ver el fruto de nuestra labor. Aquí vemos dos elementos: redes y barcas. Solo con redes que son tiradas en obediencia al Señor es posible salvar miles de vidas, pero solo con las barcas es posible contener el fruto. Necesitamos redes (nuevas estrategias) para pescar, pero barcas (casas, familias, iglesias, grupos, pastores) para contener ese fruto, con el fin de que no se pierda ni uno.

Es tiempo de dejar de tirar un salvavidas y ganar un alma para el Señor de vez en cuando. Nos urge comenzar a tirar redes y traer mas barcas que contengan el fruto. ¡El tiempo es ahora! El profeta Hageo dijo de parte del Señor: «Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Este pueblo dice: “Todavía no es tiempo de que la casa del Señor sea reedificada.”»3 Entonces la palabra del Señor vino por medio del profeta Hageo, y dijo:4 «¿Acaso sí es tiempo de que ustedes habiten en sus casas artesonadas, y de que esta casa esté desierta? (Hageo 1:2-4) Ahora es tiempo de llenar su casa, de edificar el Cuerpo de Cristo.

Pastora Patricia Angelica

Iglesia Ciudad

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