Ken Johnston, pastor en Midlothian, EE.UU, en el año 2007, enfrentó una de las peores noticias que a alguien le pueden dar: fue diagnosticado con cáncer de próstata en uno de sus chequeos rutinarios, de inmediato la preocupación por repetir el mismo patrón familiar de salud se hizo presente.
Su doctor, Wilson Merchant, le recomendó que una cirugía era lo mejor para su caso, ya que estaban a tiempo de tratarlo, pero el pastor Ken no estaba seguro de ello ya que él quiso poner en acción lo que dice la palabra de Dios acerca de la sanidad.
“Quería experimentar lo que Dios había dicho en Su Palabra en Santiago 5 acerca de la sanidad. Y luego le sugerí que oráramos por la situación”, expresó.
Sorprendentemente, el doctor Merchant aceptó orar con él acerca de la situación y la mejor solución para ese diagnóstico y tomó la iniciativa al dirigir la oración dentro de la oficina colocando como base que el mejor especialista en dichos casos es Dios.
Simultáneamente, la iglesia del pastor Ken comenzó a orar por su salud, pero éste volvió a la rutina dejando de lado su estado y también sus oraciones, por lo que se le hizo difícil tener un tiempo largo y dedicado para buscar a Dios.
Aproximadamente dos meses después el doctor le explicó que el cáncer había avanzado y que era definitivo el proceso de cirugía, cosa que le causó un poco de miedo al pastor por el hecho de que sentía que no había orado lo suficiente a Dios como para evitar ese momento.
El día de la cirugía llegó y entonces el pastor antes de entrar al hospital se quedó unos minutos en su auto orando a Dios para que le mostrara cual era la decisión correcta: esperar un milagro o simplemente hacerse la operación.
Antes de la cirugía, el equipo médico analizó una nueva prueba y se mostró que el cáncer se había reducido, por lo que el pastor Ken decidió posponer la cirugía e irse a un lugar para pasar tiempo con Dios y poder recibir un milagro; fueron tres días de ayuno y oración.
Tres meses después, para enero de 2008, se volvió a repetir todos los exámenes con la fe de que ya había recibido sanidad y estaba de toda enfermedad, “Todas las 12 biopsias estaban libres de cáncer”, aseguró el doctor Wilson con gran alegría.
En la actualidad cuando el pastor Ken habla de este milagro y proceso, dice que tal suceso le cambió toda percepción sobre la sanidad divina
