Testimonio de la vida real:
La pequeña Sarah Hinde nació cuando su madre estaba en la semana 22 de la gestación, provocando el desconcierto de todos; los médicos pronosticaron solo un 10 por ciento de sobrevivencia dada su doble condición: prematura (1 libra y 5 onzas de peso) y parálisis cerebral. El equipo médico de inmediato pronosticó que la pequeña “no podría caminar ni hablar, aún si sobreviviera”.
Solo unos años después de su nacimiento, Hinde se enfrentó a largas horas de cirugía para mover sus músculos, tendones y rótulas, e incluso remodelar sus fémures, procesos de los que salió con éxito y comenzó a entrenar de regreso al equipo de animadoras de Winnebago High School.
La entrenadora Haylee O’Sullivan destacó el espíritu de Hinde: “Todo el mundo se enorgullece de donde sea que esté, pero es muy especial cuando Sarah viene aquí porque no se limita a lo que puede y no puede hacer”. El 27 de agosto pasado, el sueño de Hinde se hizo realidad, debutó bajo las luces en el estadio que tanto amo desde la primera vez que fue a un partido de fútbol de Winnebago.
Hoy Sarah sigue adelante por su segundo sueño, convertirse en oradora motivacional, “para inspirar a otros a perseguir sus sueños”.
