Días después de que varios tornados azotaran gran parte de EE.UU, siguen saliendo historias, dignas de compartir; ésta en particular glorifica a Dios de parte de una abuela. Se trata de Clara Lutz, de Kentucky, en la región sureste de los Estados Unidos, que estaba cuidando de sus nietos, Kaden y Dallas de 1 año y tres meses de nacido respectivamente, cuando comenzaron a arreciar los vientos contra la comunidad en la que ellos viven. Ante la sorpresiva situación, la abuela vio como su única salida, colocar almohadas, mantas y una Biblia dentro de su tina de baño, para luego resguardar allí a los bebés; inicialmente parecía que pronto pasaría, pero los vientos se hicieron tan fuertes que toda la casa fue destruida hasta los cimientos, y los pequeños salieron volando de la fuerza del evento natural.
«Sentí el estruendo, sentí el temblor de la casa. Lo siguiente que supe fue que la bañera se había levantado y estaba fuera de mi alcance. No la pude aguantar”, contó entre lágrimas la abuela. En medio de tan desolador panorama, se aferró a la fe en medio del miedo y le rogó a Dios que los protegiera: ‘Señor, por favor, traeme a mis bebés a salvo. Por favor, te lo ruego’”, mientras comenzó a buscar a sus pequeños.
Tras el azote del tornado comenzaron la búsqueda por todo el lugar y con la ayuda de la policía, la bañera fue encontrada al revés en el jardín de la casa; al ser volteada, ambos pequeños estaban allí y aunque Dallas tuvo una hemorragia cerebral, se logró sanar y hoy sigue su recuperación. La señora Clara ha testificado para los medios locales que glorifica a Dios por haber mantenido a sus nietos con vida. Además de Clara Lutz, otras historias de fe se conocen a raíz de esta tragedia que cubrió a Kentucky principalmente, hace varios días se conoció que una pareja se salvó de los daños causados por el tornado luego de que ambos oraran a través de una llamada telefónica.
La mano de Dios se hace presente en todo tiempo aunque algunas veces creyentes y no creyentes, no puedan verla.
