Por primera vez, en casi tres décadas sin evaluar la calidad de la educación en países de América Latina, la Unesco realizó un estudio comparativo para medir el desarrollo de las habilidades socio emocionales de sus educandos. El estudio desarrollado en más de 4.000 escuelas de la región jerarquizó tres aspectos: Apertura a la diversidad, Autorregulación escolar, y Empatía.
Los resultados aportan que un 85% de las y los estudiantes de América Latina y el Caribe consideran tener una actitud positiva ante personas de origen y cultura diferentes a la propia, siendo capaces de aceptar, tolerar o establecer vínculos con quienes todos sin importar su origen. Sobresalen por su porcentaje de respuestas positivas en este apartado (Cuba 93% y Costa Rica 92%).
Respecto a la capacidad de los niños para regular sus emociones, pensamientos y comportamientos durante el aprendizaje, se obtuvo un 74% de las respuestas positivas en el promedio regional. Si bien la variación en las respuestas entre los países es pequeña, los estudiantes de Cuba reportaron niveles más altos de autorregulación escolar (87% de respuestas positivas), mientras que alumnos de Brasil reportaron niveles menos elevados (57% de respuestas positivas).
En el caso del ultimo indicador medido, la empatía, considerada un elemento central para la construcción ciudadana y desarrollar sentido de comunidad, el 55% del total de respuestas fueron “varias veces” o “casi siempre o siempre” a situaciones como: “siento tristeza cuando un compañero no tiene nadie con quien jugar”, “trato de ayudar a un compañero en problemas, aunque no sea mi amigo”, cuando requieren ponerse en el lugar de otros emocionalmente, comprender su punto de vista, o actuar respecto a lo que sucede con su compañero.
El estudio reveló, además, que un clima de orden en el aula es relevante para el desarrollo de estas habilidades, que es importante que el maestro reconozca los avances de los alumnos con comentarios específicos y positivos para que se traduzcan en cambios de la realidad. Se espera que el informe influya en cómo generar mejores oportunidades de aprendizaje para que los niños tengan bienestar, sean felices, y construyan una comunidad, un país y una región mejor para ellos y para todos.
