Sin lugar a dudas la pandemia del Coronavirus, impuso una nueva percepción de riesgo y de cuidado para nuestra salud; por más de dos años pérdidas de todo tipo, confinamiento, medidas de aislamiento social y un panorama inestable de la noche a mañana, inundó nuestras vidas. Más allá de ese escenario, nuestra capacidad humana de aprender, de concientizar nos ayudará poco a poco a conciliarnos con esta “nueva normalidad”, que cada día nos insta a retomar nuestras rutinas y las actividades que solíamos hacer antes de que la pandemia por COVID-19 llegara, pero ahora con otra mirada. Siempre podemos rescatar de cada crisis, lecciones, reflexiones, como una oportunidad para reinventarnos y hacer las cosas de otra manera.
Cosas positivas que nos enseñó COVID-19, que debemos seguir haciendo
1. Cuidar nuestro planeta. Ambientalistas de todas partes del mundo, alertan desde hace algunos años sobre detener el consumo desmedido de nuestros recursos naturales, y la poca consciencia sobre el ahorro y el deterioro ambiental. Noticias sobre el efecto invernadero, especies animales que ya se están extinguiendo a causa de niveles de contaminación y la generación de basura, resultan tan alarmante como la misma pandemia, estamos a tiempo de detenerlo.
2. Las tecnologías fortalecen nuestra necesidad de conexión. Modalidades de estudio o trabajo a distancia traen beneficios, favorecen sobre ser más conscientes y no sobresaturar las calles de las ciudades, los medios de transportes, la contaminación, y el estrés.
3. Mantener expresiones “humanas y empáticas”. Cuidar de los adultos mayores ha sido una de las precauciones que más se considerado durante la pandemia; adquirir mayor conciencia sobre los cuidados que debemos tomar, valorar el significado de un beso y un abrazo, de poder reunirnos a la mesa con amigos y familiares, ser capaces de salir sintiéndonos libres de respirar el aire que nos rodea, es bien que debemos proteger para nuestras relaciones interpersonales .
4. Higiene como hábito. La realidad es que antes de la pandemia no tomábamos este hábito tan en serio. El uso del tapabocas, el desinfectante de mano, las toallitas de cloro, se han vuelto productos básicos para llevar a todas partes.
5. Valorar los pequeños detalles, que hacen grandes diferencias. Personal medico, enfermeras, especialistas en general, se esfuerzan día a día no solo por proveer servicios de salud, sino también soporte emocional en tiempos tan difíciles, ser conscientes y a la vez retribuir esos gestos, mantendrán en nosotros valores que nos distinguen como seres sociales.
