Emmanuel Dapidran Pacquiao, de 42 años, más conocido como Manny Pacquiao, campeón mundial de boxeo en 8 divisiones, político filipino con miras a las elecciones de mayo de 2022 y actual presidente nacional del partido político PDP–Laban, no titubeó en reconocer su derrota ante el cubano Yordenis Ugás, este último fin de semana, dejando en claro la fase de retiro, al considerar que “mi mente, mi corazón están al 100, pero las piernas se me acalambran”.
Desde hacía cinco años, Pacquiao consideraba la idea de su retiro para centrarse en su carrera política en Filipinas, cuando expresó: “Quiero ser una inspiración para el pueblo filipino dentro y fuera del ring”, al anunciar su compromiso social para crear oportunidades que mejoren la situación de sus compatriotas, crear oportunidades de trabajo y esperanzas para todos.
En 2015, Manny se levantó de la pobreza en su natal Filipinas para convertirse en uno de los peleadores más impresionantes de esta o cualquier generación, con una movilidad en el cuadrilátero que hacía más peligrosa su potencia. En ese momento contó cómo en medio de la turbulencia de una vida fuera de control, comenzó a leer la Biblia y luego se convirtió en un cristiano nacido de nuevo, dedicando su vida y su futuro en manos de Dios. Manny, que siempre ha defendido su fe sin importar el resultado de sus peleas, concluyó: “No hay ningún otro camino de Salvación, solamente a través de Jesucristo”.
