No fue un vehículo policial ni un oficial lo que respondió el miércoles cuando algunos residentes de Durham pidieron ayuda. En cambio, una minivan blanca y tres personas desarmadas llegaron al lugar.
El equipo está compuesto por un médico de salud mental, un especialista en apoyo de pares y un técnico en emergencias médicas. El trío no está vestido con un uniforme sino con jeans y camisetas de ‘CORAZÓN’.
HEART es el nombre del nuevo programa piloto de la ciudad que, según la ciudad, es el primero en el estado en enviar profesionales de salud mental desarmados a las llamadas al 911. El programa está adoptando un enfoque múltiple para agregar recursos de salud mental a la seguridad pública. Los médicos estarán integrados en el centro de llamadas 911, responderán sin oficiales y completarán las llamadas de seguimiento.
Las personas que respondieron sin policía el miércoles manejarán llamadas de baja amenaza, como llamadas relacionadas con allanamiento de morada, amenazas de suicidio, personas sin hogar y controles de bienestar.
“Algunos miembros de la comunidad ya nos dijeron que estaban emocionados y felices de que estuviéramos aquí”, dijo. Su equipo respondió a cuatro llamadas de intrusión el miércoles por la mañana. Más adelante este verano, los consejeros responderán junto con los oficiales a las llamadas que tengan un mayor riesgo de amenaza.
El objetivo es reducir la cantidad de llamadas repetidas al 911 por las mismas necesidades no satisfechas y liberar el tiempo de los oficiales.
“Uno de nuestros objetivos principales es enviar la respuesta más adecuada a quienes están en crisis. La seguridad de nuestra comunidad, la seguridad de nuestros residentes y vecinos es muy importante y la seguridad de nuestros respondedores es importante”, dijo Zimmerman.
El lanzamiento del programa llega en un momento en que las comunidades de todo el país están discutiendo cómo reinventar la seguridad pública.
