Mientras el fuego ardía por toda la propiedad, Xaven García de Albuquerque, Nuevo México, despertó a su padre, Phil García, y lo puso a salvo; “Lo único que me despertó fue que me gritaba “Papá sal, la casa está en llamas”. Me agarró y me sacó de la casa, yo quedé sin aliento por el humo que había dentro; luego regresó a la casa para buscar a su hermana, pero nunca salió”. El departamento de bomberos encontró al adolescente en medio del espeso humo unos 20 minutos después, pero cuando lo sacaron, prácticamente ya había fallecido, según informes locales de prensa.
El joven de 17 años permaneció con soporte vital algunos días, pero sucumbió a las heridas causadas por el incendio, una noticia que conmocionó no sólo a la familia sino también a la comunidad entera. Luego de que los médicos declararan su muerte, sus padres ahora se enfocan en cumplir su último deseo, donar a otros sus órganos vitales.
“El obtuvo su licencia apenas esta semana y quería convertirse en donante de órganos, me preguntó al respecto y yo le dije que eso era una gran idea; ahora seguirá salvando vidas, es un héroe para todos nosotros”, dijo Phil García, padre de la víctima. El Hospital de la Universidad de Nuevo México realizó un “pasillo de honor” a Xaven, con su familia y el personal médico, mientras su cuerpo era escoltado al quirófano para la donación de órganos.
