La semana pasada, Laura Morris, de la escuela primaria Lucketts en Leesburg, Virginia, en entrevista a una importante cadena de televisiva, dijo que había renunciado a sus labores en la junta escolar en el condado de Loudoun, debido “al enfoque de su distrito escolar en los entrenamientos de “equidad” y la teoría crítica de la raza”, programa que intenta radicar la idea de que el racismo es sistémico para mantener el dominio de los blancos en la sociedad.
Además de lamentar haber “dejado atrás a sus estudiantes y colegas”, la ex maestra de 5to grado, informó su decisión a la junta por negarse a servir como “engranaje en una máquina que impulsa agendas altamente politizadas sobre sus jóvenes estudiantes”. Al ser abordada sobre su determinación dijo: “Todo esto fue hecho por la gracia de Dios: la protección que he tenido, la provisión que he tenido desde que hice lo que hice, y el coraje para levantarme y hacerlo “, y continuó: “Fue una decisión muy difícil, resultado de mi caminar con el Señor”.