Testimonio de la vida real: “Mis padres me adoptaron y me dieron amor y un futuro, hicieron todo lo posible para hacer del mundo un lugar mejor, y ahora eso es todo lo que quiero hacer también”.
Freddie Figgers, nació en septiembre de 1989, pocas horas después su madre biológica lo abandonó a “su suerte” en un contenedor de basura, en una localidad rural al norte de la península de Florida, en Estados Unidos, y hoy es dueño de una compañía valorada en 60 millones de dólares, creadora de innovaciones técnicas para resolver problemas urgentes de la vida cotidiana.
Freddie ha compartido que el llanto desconsolado de aquel bebé fue escuchado por un vecino de la zona que pasó por el contenedor de basura donde había sido depositado, quien lo llevó a un hospital donde pasó dos días internado para luego ser trasladado a un hogar de tránsito donde una pareja de 74 y 66 años respectivamente, lo sumaron a la familia y le dieron el hogar y el amor que necesitaba. Cuando tenía ocho años, le preguntó a su padre Nathan sobre las circunstancias de su nacimiento, y la respuesta fue inolvidable: ‘Escucha, te lo voy a disparar directamente, Fred. Tu madre biológica, ella te echó, y Betty Mae y yo, no queríamos enviarte a un hogar de crianza, te adoptamos, y eres mi hijo ‘”. Freddie sufrió las burlas, risas y el rechazo de todos los compañeros de la escuela, (le decían el niño basura), pero su padre lo agarró del hombro y me dijo: ‘Escucha, nunca dejes que eso te moleste'”. “Vi a mi padre siempre ayudando a la gente, deteniéndose al costado de la carretera para ayudar a extraños, alimentando a los desamparados, era un hombre increíble, y ese es el hombre que quiero ser”.
A los 9 años, cuando su padre le compró en una tienda de segunda mano una “vieja Macintosh que no funcionaba”, él se propuso repararla, y después de 50 intentos “logré que el ordenador funcionara. Fue entonces que supe que eso era lo que quería hacer en mi vida”. Con solo 13 años, la ciudad de Quincy lo contrató para reparar los ordenadores que dejaba de funcionar, a los 15 años fundó su primera empresa, Figgers Computers, que ayudaba a los clientes a almacenar sus datos en los servidores que él creaba, a los 17 años, tenía 150 clientes a los que proveía sitios web y almacenamiento de archivos, y a los 23 años vendió un programa de rastreo GPS a una empresa en Kansas por 2,2 millones de dólares. Desde entonces su carrera no ha parado de crecer. Figgers Communications, en la actualidad desarrolla más 80 programas de software personalizados de uso común.
