Quizás haya escuchado hablar del síndrome del cuidador, sobre todo en personas que cuidan a personas mayores o dependientes, pero, ¿qué ocurre en el caso de los padres de niños pequeños?. Este síndrome, caracterizado por falta de energía, sueño, e irritabilidad, en medio del agotamiento muchas veces deja también la sensación de desgaste emocional en muchos padres. La crianza, la falta de tiempo, la conciliación laboral y todo el esfuerzo invertido en la paternidad y la maternidad, a veces propician su aparición.
Carmen Hernández, investigadora y Doctora en Psicología por la URV de Tarragona, explica que es muy importante que los padres se cuiden y se sientan bien, ya que en cierto modo el bienestar de los hijos deriva del nuestro: “No solo se trata de cuidar y educar, sino de pensar, planificar, coordinar, combinando la vida privada, familiar, académica y/o profesional, etc.
En medio de lo que hay que hacer y lo que hay que pensar como padres y madres hay muchas responsabilidades que acabar dejando un aumento de la carga mental, por ello quienes padezcan este síndrome es necesario que prioricen un descanso, mantengan una correcta higiene del sueño, y sepan organizar sus tareas y responsabilidades e incluso aprender a confiar y a delegar las tareas que se puedan. Según los expertos, a muchos padres les cuesta dejarse ayudar porque sienten la necesidad de controlarlo todo, y el mejor comienzo está en controlarlo todo, sino aquellas cosas imprescindibles.
