Desde su toma de posesión, la agenda migratoria del presidente Biden sigue “reposando en su escritorio” y se espera que el mandatario alguna vez se remita a ella. Poner fin a las detenciones prolongadas de inmigrantes y al uso de prisiones privadas para retenerlos fue una de las promesas en la etapa electoral del presidente Joe Biden, sin embargo, mientras en enero de 2021 habían 15,000 inmigrantes en centros de detención, la cifra se elevó en octubre en un 56%, con 22,129 detenidos.
“La principal cuestión es si un no ciudadano presenta una amenaza a la seguridad pública”, dijo Alejandro Mayorkas, titular del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) al anunciar que el Gobierno de Estados Unidos comenzó este lunes a aplicar las nuevas prioridades para realizar arrestos y deportaciones de inmigrantes.
Cada día se multiplican las denuncias por abuso a los derechos humanos en diferentes centros de detención en el país, y organizaciones civiles demandan que la actual administración cumpla sus promesas de campaña y garantize un trato justo. La Universidad de Syracuse, NY, circuló en sus plataformas un estudio donde afirma que el 75% de los detenidos actualmente no poseen historial criminal.
