Su vida, hasta la muerte, fue perfecta. Aquel bebé que se hizo hombre es también el Padre eterno, a quien llamamos consejero, príncipe de paz, y es el Salvador del mundo. Su vida y su partida están reflejadas en una gran cantidad de lugares y de personas. En su época, los fariseos no le soportaron, Pilato no encontró falta en ÉL, Herodes no pudo matarle, la muerte no le pudo detener, y la tumba no le pudo retener.
El año en que vivimos es una de las pruebas más contundentes de su existencia, es el 2022 después de Cristo; la gente que le conoce sabe que Él es el pan de vida, y es el agua inagotable que brota para vida eterna. Hay culturas que han intentado borrar a Jesús de la historia y no han podido; religiones que le han querido reemplazar y han fallado en el intento porque nuestro Jesús es irremplazable. Estas fechas también nos invitan a reconocer que Él es personal, es amigo, y que Su Espíritu quiere acercarnos y convencernos de pecado, justicia, y juicio. Este es el más grande milagro: Jesucristo ha nacido y vive en los corazones de millones de personas.
¡Cómo no celebrar a quien con su venida nos sacó de la oscuridad a su luz admirable!
¡Feliz Navidad le deseamos todo el equipo de Buenas Nuevas Network!
Irving Ravelo
Gerente General
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