Ejercitarse al menos tres horas a la semana es fundamental para tener un corazón sano y fuerte. Asimismo, existen muchas medidas que se pueden llevar a cabo, día a día, de una manera muy fácil. De hecho, son tan sencillas que no tienen una larga lista de requisitos.
El corazón es el órgano muscular más importante del cuerpo; sin embargo, no lo solemos cuidar como corresponde hasta que algo no funciona como debería. Los buenos hábitos son esenciales para vivir más y mejor. Reducir los riesgos de padecer alguna cardiopatía es simple, pero depende del compromiso y de cuánto queramos cambiar en el día a día.
Merece la pena hacer el esfuerzo y llevar una vida más saludable en pos de cuidar este músculo tan importante. Para ello, presta atención a los siguientes consejos:
Lleva una dieta equilibrada y toma tentempiés saludables.
Este hábito consiste más bien en aprender a combinar los alimentos, vigilar las cantidades y reconocer qué brinda nutrientes y beneficios para la salud y qué no.
Manténte en tu peso ideal.
La obesidad y el sobrepeso están vinculados a varios problemas cardíacos.
Realiza ejercicio a diario.
El sedentarismo es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades coronarias. En cambio, el deporte aporta muchos beneficios (entre ellos bajar de peso o mantenerlo en sus parámetros saludables, prevenir la arteriosclerosis y reducir el colesterol o el azúcar en la sangre).
Reduce tu nivel de estrés.
Existe una relación muy estrecha entre los nervios y la ansiedad y los problemas cardíacos.
Elimina el tabaco y el alcohol.
El tabaco tiene muchos agentes peligrosos que, además de provocar cáncer de pulmón o esófago, ejercen un efecto nocivo en el corazón, las venas y las arterias.
Duerme lo suficiente.
Se estima que entre 6 y 8 horas es lo mejor para que un adulto joven tenga un corazón sano y se reduzca el riesgo de sufrir problemas cardíacos.