Ser un consumidor consciente quiere decir que realizas tus compras con conocimiento de tus derechos y obligaciones, sabes lo que necesitas, lo exiges y asumes las consecuencias de tu modo de consumir.
Lo que se come, la ropa que se viste, los medios de transporte, todo producto y servicio que consumimos impacta en mayor o menor medida al medio ambiente, por lo que se requiere trabajar un consumo consciente y responsable para contribuir al cuidado del planeta. Para convertirte en un consumidor consciente y poner tu granito de arena, te recomendamos adquirir los siguientes hábitos:
Revisa el etiquetado y las condiciones de elaboración y consumo de energía.
Al procurar adquirir productos que ahorran energía o que implican procesos con eficiencia energética, habrá un beneficio doble al reducir la contaminación y generar un ahorro en tus facturas.
Dale valor al comercio local.
Contribuye a fortalecer al comercio local, a través de compras en los alrededores de tu hogar, tanto para crecer la economía de los pequeños productores como para fortalecer el valor de la localidad donde te encuentras.
Evitar la sobreexplotación de los recursos
Comprar productos de temporada implica reducir necesidades especiales de producción que impliquen más procesos químicos al no requerirse por la época en que se producen.
Fortalecer la educación financiera
De igual forma tener conocimiento de nuestros derechos y obligaciones con respecto a nuestras compras es parte de hacer conciencia de nuestras decisiones de consumo.
Incluso el aprender a usar los productos financieros, y otras herramientas para manejar mejor las finanzas personales es parte de hacer menos sobreconsumo y generar un cambio real en los hábitos de compras.
