Desde chicos los niños deben aprender a apreciar y proteger la naturaleza por eso los buenos hábitos y valores se inculcan desde la crianza en la casa. Como parte de una buena educación, debes inculcarle a tu hijo la importancia de cómo amarlo y cuidarlo, tomando simples pero efectivas acciones para que el día de mañana se conviertan en adultos conscientes. De hecho, mientras más temprano empecemos con esta labor, será mucho mejor para todos.
Si lo comprenden practicarán hábitos saludables como el reciclaje, el ahorro energético y el cuidado de los cuerpos de agua, entre otros recursos que merecen toda nuestra atención.
El planeta ha sufrido por la contaminación y la mejor manera de revertir todo ese daño es estableciendo esfuerzos colectivos para rescatar el medio ambiente. Tomar conciencia es el primer paso para hacer algo a favor.
Nunca tirar basura en la calle.
Enséñale a tu hijo la forma correcta de clasificar la basura de acuerdo al tipo de material.
Anímalo para ser voluntario y limpiar y cuidar los parques de la comunidad.
Sin necesidad de pertenecer a una organización, organízate para que una vez al mes vayan a recolectar residuos a un parque cerca de casa.
Motívalo a sembrar un árbol y a cuidarlo.
Involucra a tu hijo en una de sus iniciativas de siembra de árboles con el propósito que plante él o ella misma una especie cerca de casa.Incúlcale que durante su etapa de crecimiento deberá regalarlo, visitarlo y hasta ofrecerle un nombre.
Enseñale a donar ropa y juguetes que ya no usan.
Para que sea entretenido, pídele que entre ambos seleccionen todo aquello que hará feliz a otro pequeño, pero que además de propiciar su alegría estará contribuyendo al cuidado del medio ambiente.
Enséñales la importancia de reciclar y reutilizar.
Muéstrale a tus hijos cómo separar los desechos que son reciclables –plástico, cartón y papel– para que sepan reducir la cantidad de basura que va a los vertederos. Enseñarles a reutilizar objetos que tengan alguna utilidad, e incluso hacerlos parte de sus proyectos en la escuela.
