Manifestaciones de maltrato, de toda índole y en todo tipo de relación, deben ser detenidas y afrontadas de la manera correcta, de lo contrario las víctimas del maltrato se mantendrán en un laberinto sin salida durante todo el tiempo que no decidan tomar acción. EL maltrato consiste en que alguien lesiona o causa daño a otra u otras personas; puede afectar a relaciones de amistad, familiares, de pareja y traen consigo además una carga de estrés emocional para otra persona.
Los tipos de maltrato físico, psicológico y/o situaciones de abusos físicos, son los más conocidos, pero también existen aquellos a partir de situaciones negligentes, los que ocurren cuando un niño o adolescente no tiene el alimento, vivienda, ropa, atención médica, la escolarización o la supervisión que necesita. Reconocer el maltrato puede resultar difícil para quienes llevan muchos años viviendo con él y para quienes son maltratados por personas a quienes quieren y en quienes confían; es posible incluso que los adolescentes maltratados crean, equivocadamente, que son ellos quienes provocan el maltrato por no hacer lo que sus mayores les indican, por saltarse las reglas o por no estar a la altura de sus expectativas. Es posible también que una persona que solo conoce este tipo de relaciones crea, erróneamente, que golpear, pegar, empujar o insultar son “formas absolutamente normales” de tratar a los demás cuando nos enfadamos.
Los malos tratos pueden afectar negativamente a la autoestima, el estado de ánimo, la concentración, la calidad del sueño, el interés en las actividades con las que antes disfrutaba un adolescente, y hasta “encontrar sentido a la vida”, porque el impacto del maltrato difiere en función de cada persona, porque la respuesta al maltrato depende de muchas cosas, como la edad que tenga la persona cuando lo reciba y el apoyo que le den, por eso, es importante buscar ayuda lo antes posible. Las personas que están recibiendo maltratos necesitan recibir ayuda. Mantener los maltratos en secreto no protege a nadie de futuros maltratos, solo hace más probable que el maltrato continúe y posiblemente que afecte a más personas. Si necesita ayuda y está en peligro, llame al 911, hable con un adulto en quien confíe, un familiar, un profesor, un médico, un orientador escolar o un religioso. Muchos profesores, orientadores y terapeutas tienen la formación necesaria para detectar y denunciar el maltrato. Si el primer adulto a quien se lo cuentas no parece prestarte atención, sigue explicándoselo a otros adultos hasta que haya uno que responda. Pedir ayuda y recibir apoyo es el primer paso importante.
Estas son algunas centros donde encontrar ayuda:
1. Childhelp USA (Ayuda para niños en Estados Unidos), o llama o envía mensaje de texto al (800) 422-4453
2. National Domestic Violence/Abuse Hotline (línea de atención nacional sobre el maltrato y la violencia doméstica), o llame al (800) 799-7233
3. Si vive fuera de Estados Unidos: visite Child Helpline International (línea de atención internacional para niños) a fin de encontrar ayuda disponible para su zona.
