Tener dificultades en la relación de pareja no significa una sentencia al fracaso; nuestros estados sentimentales, profesional y personal enfrentaran también diferentes etapas en las que la rutina podrán forma parte de ellos, y es ese el momento de hacer un cambio. Si por el contrario nos amoldamos a una situación dada en nuestras relaciones de pareja, “dejándonos llevar por lo que acontece”, podremos entrar en una crisis que exigirá poner remedio de inmediato por las partes implicadas.
Una de las principales causas de que la monotonía se instale en la relación de pareja es la comodidad, mantenerse en nuestra “zona de confort”, sin cambio en las costumbres, controlando lo previsible y esperando a que el otro tome la iniciativa, nos conduce a un círculo emocional que imprime más monotonía para la vida en pareja. El cansancio físico y psicológico, horarios incompatibles, responsabilidades domésticas, entre otras, aumentan los causas más destacables.
“El amor es como una planta, hay que regarlo a diario”. Para desterrar la rutina de su relación de pareja, la comunicación es el pilar fundamental; todo momento es bueno para exponer nuestros sentimientos, preocupaciones, sueños y compartir logros profesionales a nuestra pareja. Solo se podrá hacer frente a los problemas mucho más fácil si los dos saben qué les ocurre.
Planificar juntos, compartir y “lanzarse juntos a una aventura”. Un aliado importante es la improvisación, crear planes diferentes, tal vez una cena sorpresa en casa, una nota o unas vacaciones en un destino diferente son algunos de los ejemplos con los que podemos sorprender a nuestra pareja.
Aunque estemos superando una crisis, es imprescindible no olvidarse de uno mismo. Cada miembro de la pareja debe sentirse bien con uno mismo, eso será también beneficioso para la vida en común. Tenemos que retomar aquello que nos devuelva la confianza y nos haga recuperar lo mejor de nosotros mismos.
