Las razas y los efectos perjudiciales del racismo suelen ser temas de conversación frecuente en algunas familias, pero hay padres, que raramente incorporan esa conversación sobre el racismo y la discriminación racial con sus hijos. Ese “silencio” en nuestros hijos puede percibirse como que el “racismo no está mal o que se trata de un problema para otras personas”.
Es importante incorporar en nuestros hijos, desde las etapas infantiles, el tema de las razas; cuando enseñamos pronto a nuestros hijos que está bien hablar sobre las razas, los ayudamos a entender, respetar y a apreciar las diferencias entre las personas, y eso no solo contribuye a que aumente su empatía y compasión por los demás, sino que serán más capaces de saber cuando las cosas son injustas con los demás. Especialistas en psicología infantil consideran que no hay una forma “correcta” de hablar con los niños sobre estos temas; en cada familia, esa conversación será diferente, en función de su propia raza, su nacionalidad, sus experiencias personales con el racismo, pero lo fundamental es iniciar y mantener una conversación abierta. Infórmese, prepárese para hablar y contestar preguntas sobre el racismo, siendo capaces de explicar y responder cualquier pregunta.
Clarifique los valores de su familia, use sus palabras y su comportamiento ante manifestaciones de ese tipo para mostrarle a su hijo en qué cree. Valores como tratar igual a todo el mundo, la justicia, defender a los que están sufriendo y respetar a todo el mundo, independientemente del color de su piel, el idioma que habla u otro tipo de diferencias, deberán ser enseñados en la familia, la primera forma de aprendizaje para nuestros hijos.
Utilice palabras adecuadas, sencillas según la edad de su hijo, sea honesto sobre un hecho en particular si fuera el caso, pero dele la información necesaria, cuestiones como las razas y el racismo son temas de amplio alcance, y pueden ser difíciles de entender para los niños. Ayude a su hijo a procesar sus ideas y sus sentimientos haciéndole preguntas como: “¿Qué piensas sobre lo que has visto en la televisión?”, “¿Qué has oído?” o “¿Sobre qué están hablando tus amigos?”; esto lo ayudará a hacerse una idea de lo que sabe y entiende su hijo, y podrá ir llenando esos vacíos con información según los valores propios de su familia. Educar a nuestros hijos a ser compasivos, a respetar y valorar a los demás, reservará un mejor lugar para su hijo, los demás y para usted mismo.
