Las fiestas de navidad se ubican entre los momentos más esperados por todos como oportunidad de propiciar la unión familiar y el disfrute; la temporada trae consigo también hacer nuestras listas de regalos, especialmente para los niños. Considerar la cantidad de obsequios para ellos deber ser algo más que un simple cálculo.
Un exceso de regalos navideños a nuestros hijos puede resultar contraproducente; especialistas en conducta y psicología infantil comentan sobre el “ Síndrome del niño hiperregalado”, algo que puede aparecer durante todo el año, aunque es común que se acentúe en momentos puntuales como los cumpleaños, una fecha de graduación escolar, la Navidad o el día de Reyes Magos. Los niños que padecen este síndrome suelen no valorar lo que reciben, solo tienen el deseo de recibir más regalos, una conducta muchas veces fomentada incoscientemente por los padres en su afán de consentir a sus hijos.
¿Cuántos regalos dar a los niños?.
“La regla de cuatro” considera obsequiarles una prenda de vestir que puedan llevar puesta, algo que les represente conocimiento (un libro, un comic, una recopilación de poemas, etc). Un tercer regalo navideño podría ser algo que los niños realmente necesiten, que les hace falta, ya sea cuadernos, un estuche de pinturas que hay que renovar o una mochila nueva para la escuela, y por último, algo que deseen, que les guste mucho y a lo que de verdad vayan a dar uso.
Colmar de regalos a los niños no es sinónimo de felicidad, ni siquiera es una forma de decirles cuánto les queremos, tal acción puede generar actitudes consumistas, volverlos más exigentes, e incluso provocar sentimientos de insatisfacción que nunca llenarán sus expectativas. Los momentos donde compartimos con nuestros hijos actividades de ocio, entretenimiento, disfrutar juntos de una película, una caminata o un paseo en bicicleta, redundarán en tiempo de calidad y estrecharán lazos afectivos y emocionales entre los miembros de la familia.
