Poppy Lee-Burrowes, de 11 años, lleva la mitad de su vida dejándo crecer su cabello con un objetivo claro: donarlo a The Little Princess Trust, una organización benéfica de Reino Unido que proporciona de forma gratuita pelucas de cabello natural a niños y jóvenes que perdieron el suyo por los tratamientos contra el cáncer. Sin embargo, tuvo que enfrenarse a un problema: su tipo de cabello es muy delicado, y los productores de pelucas le advirtieron que no podrían trabajar con él porque se rompía con facilidad.
Poco tiempo después Poppy pudo cumplir su deseo de que su pelo hiciera feliz a otros, gracias a una técnica desarrollada en 2021 conocida como wefting, que procesa, protege, y asegura la longevidad del pelo facilitando su uso para pelucas.
Phil Brace, jefe ejecutivo de Little Princess, comentó que “tener a jóvenes como Poppy es muy reconfortante; los niños ya tienen una preocupación sobre su enfermedad y si a eso se suma que no pueden obtener una peluca, es mas frustrante para ellos”.
Pero este no es el final de la historia; Poppy, asegura que está preparada para dejar crecer su cabello y volver a donarlo: “Me siento muy emocionada y siento la cabeza muy liviana. Espero que esto inspire a otros, estoy deseando volver a hacer esto en el futuro”.
